Los edificios levantados en las riberas del Ebro deberán tener el visto bueno de Patrimonio

El Consistorio tramita los permisos para construir el bloque de 240 pisos y hasta 20 alturas en la plaza de Europa.

El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, junto a la edil Teresa Artigas, ayer, en el Ayuntamiento.
El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, junto a la edil Teresa Artigas, en el Ayuntamiento.
Oliver Duch

El Ayuntamiento pretende que los edificios que se levanten junto a la ribera del Ebro tengan que contar con el visto bueno de la Comisión de Patrimonio Municipal. El objetivo, según el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, es lograr una "protección de la ribera". Además, el informe de este órgano municipal deberá ser "obligatorio" y "vinculante". Hasta ahora, solo se pedía a voluntad del concejal –salvo que el edificio estuviera protegido patrimonialmente– y no era preceptivo.


Muñoz, no obstante, no aclaró hasta dónde alcanzará el efecto de esta orden, como le reclamó el PP. El edil popular Pedro Navarro le pidió que concretara si el mandato afectará a los edificios en rehabilitación o solo de obra nueva, y si se iba a considerar edificio de ribera a los que están a 100 metros del río, "como marca la Ley de Aguas". Muñoz reconoció que los detalles "están por definir", pero que se verían afectadas las obras "que afecten sustancialmente a la estética de las fachadas", además de a los nuevos edificios.


Muñoz anunció esta medida tras la aprobación del plan para construir un edificio con 240 viviendas de hasta 20 alturas en las inmediaciones de la plaza de Europa, concretamente en el solar que queda entre este punto, el puente de La Almozara y la calle Río Guadiana. Se trata de una parcela de 4.000 metros cuadrados, que tenía permiso para construir 311 viviendas. La parcela fue reuniendo derechos urbanísticos de varios espacios cercanos al río que se trasladaron tras las obras en las riberas. La ordenación prevista permitía construir trece alturas en un bloque compacto y con una manzana central. El nuevo proyecto dibuja un perfil escalonado, con una parte de solo 4 alturas (la más cercana a la plaza de Europa), otra de 6, otra de 8 y otra de hasta 20 alturas.


Muñoz apuntó que quiso someter estos cambios al dictamen de la comisión de Patrimonio para que hubiera una "valoración estética" por "el valor patrimonial" que tiene el Ebro. La oposición recordó al concejal de Urbanismo que en la pasada corporación el propio Muñoz se mostró en contra de este proyecto. Lola Ranera, concejal del PSOE, dijo que el ahora responsable de Urbanismo "demonizaba" este plan, y que ahora lo aprueba "justificándolo diciendo que va a ser el defensor de las causas ribereñas". "Ha habido un claro cambio en su postura desde la aprobación inicial", coincidió Leticia Crespo, de CHA, quien pidió que las alegaciones que se prestaron se hubieran tratado en las reuniones de la junta de distrito.

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