No queda otra opción que rendirse a la evidencia: ser friqui está de moda. O friki o 'freak', da lo mismo. Pasar los sábados jugando a Catán, llevar camisetas con algoritmos y saberse los nombres de todos los personajes de 'Star Wars' se ha convertido en algo poco sorprendente. Y más ante el inminente estreno del Episodio VII de la saga, cuando alguno ha querido ponerse al día y hacerse pasar por entendido en apenas unos meses.

Pero los auténticos fans saben distinguir a 'los infieles'. No basta con saber que los de blanco son soldados imperiales, hay que conocer los tipos y los matices que los diferencian. Igual que tampoco basta con coger una espada láser y una careta para creerse el Yoda del lugar. Los auténticos fans se ciñen a las reglas de un complejo universo ideado por George Lucas, se hacen uniformes idénticos a los de las películas y se alistan en ejércitos galácticos a los 40 años.

En Aragón solo hay tres Stormtrooper en la Legión 501, aunque el batallón parece a punto de ampliarse y la 'Base Cierzo' contará en breves con su propio Darth Vader y otros dos soldados imperiales. También hay un pequeño Jawa que, como es menor de edad, no puede alistarse y de momento se forma en la Galactic Academy. 

Los tres soldados actuales viven en Zaragoza y se llaman Juan Marcos Gallardo, José Manuel Laín y Alberto Lanz. Todos superan los 40. ¿Qué lleva a tres personas adultas a gastarse más de mil euros en un incómodo traje de 'Star Wars' con el que apenas ven? Un friquismo innato ligado a una vena altruista en pleno desarrollo.

Asociación benéfica

Porque ser un soldado de la Legión 501 no es solo vestirse y llevar armas de mentira. Es pertenecer a una asociación benéfica con más de 9.000 miembros activos a nivel mundial y 250 en el territorio nacional. Es disfrutar desde dentro de un universo que les enamoró de pequeños y transmitir esa ilusión a miles de niños enfermos.

Marcos, José Manuel y Alberto son, como quien dice, novatos. De media llevan poco más de un año en la Legión 501 y hasta ahora han participado como reclamo en eventos recaudatorios de distintas oenegés. Este lunes irán juntos a visitar a los niños hospitalizados en el Clínico. Lo harán vestidos de malos, cómo no, pero llevarán alegría y regalos a niños que se ven obligados a pasar la Navidad entre cuatro paredes.

Calidad cinematográfica

Marcos conoció por dentro la Legión hace apenas dos años. Asistió al 'trainning day' anual y observó cómo cientos de personas se empeñaban en hacer réplicas exactas de los trajes de la saga: los materiales, los botones... Para pertenecer a la Legión 501 todo tiene que ajustarse a lo dictado en la guía de referencia de Lucasfilm. Después asistió al desfile anual, se quedó impactado y se puso manos a la obra a fabricar su propio traje. Eligió ser un soldado imperial y la confección le costó cerca de 1.500 euros. Los personajes icónicos, dicen, no bajan de los 2.000.

"Tardó tres meses", recuerda María, su mujer, encantada con que la afición de su marido tenga una cara solidaria pero reticente a vestirse de Jawa e integrarse en la Legión, como le deja caer Marcos cuando ella se despista.

Poco después se unió José Manuel, quien invirtió en su capricho todas las monedas de dos euros ahorradas durante dos años. "El 1 de enero de 2015 me decidí y lo encargué", cuenta. La de este lunes será su primera visita a un hospital infantil y se muestra algo nervioso con la escasa visibilidad que ofrece el traje: "Los niños son muy bajitos y no entran en el campo de visión", explica. Pensándolo bien, quizás su comentario explique la incomprensible victoria de los Ewoks en el episodio VI.

Reflexiones al margen, la calidad cinematográfica de sus trajes les ha permitido, además, participar en el último anuncio de Movistar+, un spot grabado en el Moncayo en el que aparecen estos dos soldados acompañados de otros miembros de la Legión 501.