Buen tiempo y nieve en las pistas. Una combinación perfecta que a priori garantiza un gran puente de la Constitución para el sector turístico, principalmente en el Pirineo. Los hoteles prevén cifras elevadas de ocupación, los alojamientos rurales están casi al completo en el norte de Aragón y las estaciones de esquí esperan un aluvión de visitantes en esta primera cita importante de la temporada.

Una prueba de la afluencia de visitantes es que este sábado por la mañana se han registrado algunas retenciones en algunos puntos como Monrepós.   

"Pocas veces se da la situación de este año. El que quiera esquiar puede hacerlo porque hay nieve y el que quiera hacer otras actividades se encontrará un tiempo espectacular", resume el presidente de los empresarios turísticos del valle de Benasque, José María Ciria, donde hay hoteles casi al completo, sobre todo para hoy y mañana. Ciria recuerda el mal puente vivido el año pasado, cuando el tiempo no acompañó y apenas había nieve (en 2014 solo estaba abierta en estas fechas Cerler).

Esta vez los esquiadores tendrán disponibles seis de las siete estaciones aragonesas, con 104 kilómetros en el Pirineo y 10 en Teruel. Quienes opten por la montaña se verán favorecidos por el anticiclón, con cielos despejados o nubes altas, sin precipitaciones y con temperaturas máximas por encima de las habituales. Habrá un fenómeno de inversión térmica, ya que en el valle del Ebro dominará la niebla, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología.

La Asociación Provincial de Hostelería de Huesca espera datos "muy positivos", afirma su presidente, Roberto Pac, por encima del 70% de media en los valles del Pirineo, aunque en algunas zonas rozará el 90%. En el caso de la Jacetania la ocupación es irregular: mientras Jaca está al 80% en los hoteles de cuatro estrellas y a poco más del 50% en el resto; en el valle del Aragón oscila entre el 60% de media y el 30% a pie de pistas. Y es que esta zona se resiente de la situación de Candanchú, la única que sigue cerrada por falta de nieve. La nota positiva es que ya hay reservas para la Navidad. Además, las segundas residencias se llenan, lo que favorece la actividad en los negocios de hostelería.

Pero no solo los alojamientos de los valles con estaciones de esquí esperan un gran puente. En localidades turísticas como Alquézar se ha pasado de no tener apenas reservas en el inicio de semana a estar casi al completo, explica su alcalde, Mariano Altermir, que además es hotelero. Y en Sobrarbe, dependiendo de los sectores, la ocupación ronda entre el 65% y el 90%. "Sin duda mejor que el año pasado", señala la responsable de los empresarios de la comarca, Paz Agraz.

También la asociación Turismo Verde de Huesca tiene grandes expectativas hasta el próximo martes. En toda la zona del Pirineo se rozará el lleno en el alquiler de alojamientos completos y el 80% en habitaciones. "La previsión es excelente, sin poder hacer distinciones por valles", explica Francisco Parra, su presidente, que matiza que siempre son los valles cercanos a espacios protegidos, como los del entorno del Parque Nacional de Ordesa o del Parque Natural Posets-Maladeta los que atraen a los turistas, especialmente los que llegan de otras provincias.

Estos buenos datos contrastan con la media del total de Aragón, ya que la Federación Aragonesa de Asociaciones de Turismo Rural fija entre el 45% y el 50% la ocupación media de la Comunidad. "Vemos un reparto desigual del turismo, concentrado en las zonas de montaña y en las sierras de Teruel o Gallocanta, que atrae a visitantes interesados por la ornitología", indica el presidente de la Faratur, Jesús Marco.

En la provincia de Teruel, los empresarios del sector, según Juan Ciércoles, su presidente, esperan llenar más del 90% de las plazas en las zonas más turísticas, es decir, las pegadas a las pistas de esquí o a Cataluña o Valencia, lugar de procedencia de la mayoría de visitantes.