Santiago Arranz lleva a Milán su vision de los cafés literarios españoles

El artista altoaragonés participa en una exposición colectiva en el Instituto francés de la ciudad italiana.

El Café Gijón de Madrid, el Café Pombo, también en la capital española, el 4 gats de Barcelona y el Café Iruña en Pamplona son los protagonistas de la aportación que el artista natural de Sabiñánigo, Santiago Arranz, hace a la exposición colectiva ‘Les cafés littéraires, de París a Milán’, que puede verse hasta el próximo 17 de diciembre en la galeria del instituto francés de Milán.


Comisariada por el crítico y escritor Gérard Georges Lemaire, la muestra plantea a sus 15 participantes la idea de asociar una figura principal de la literatura y el arte a su café favorito y a alguna de las obras que hayan surgido de sus mesas.


“El resultado de estas piezas son manteles donde anotamos ideas o dibujamos casi automáticamente, mientras pensamos o hablamos, manchadas de huellas de innumerables cafés, y horas pasadas persiguiendo una idea inspirada en ellos, como puede ser el nombre del propio café, la ciudad a la que dieron fama y prestigio cultural, el año de su fundación, el retrato del personaje y su fotógrafo, el libro que buscó en ese lugar la fuente de inspiración, alguna frase conocida del escritor o artista”, dice Arranz sobre el resultado de su trabajo, que se presenta en formato 70x50.


Arranz plantea la opción de aumentar la colección inspirándose en otros cafés literarios. “Elegí estos porque salvo el café Pombo, los otros tres todavía siguen abiertos, aunque no desempeñen ya el rol que tenían en su época de mayor esplendor. Pienso incluir a otros escritores y artistas, asociándolos a su café y a su ciudad, aunque he querido empezar por España, que es mi país y para una muestra internacional me parecía también buena ocasión para darlos a conocer asociándolos a artistas y escritores que sí que son reconocidos fuera de nuestras fronteras”, argumenta.


Así, asocia el café Gijón a Camilo José Cela y ‘La Colmena’, a través de un retrato de Alberto Schommer y una frase suya “para escribir hay que tener algo que decir”. En el 4 gats de Barcelona presenta un retrato de Picasso, liga el Café Iruña a Ernest Hemingway y su novela ‘Fiesta’ y al madrileño Café Pombo a Ramón Gómez de la Serna a través de sus famosas greguerías y frases como ‘aburrirse es besar a la muerte”.


Para el altoaragonés, este tipo de participaciones son especialmente positivas para su evolución como artista. “Al tratarse de un proyecto cultural con un tema concreto es muy importante para mi trayectoria, pues me hace pensar nuevas obras y así nuevas perspectivas”, explica, a la vez que enumera otras muchas exposiciones colectivas de las que ha formado parte, dedicadas a aspectos tan variados como Fran Kafka, Saturno, el circo, el color negro o Goethe.


En este caso, la colaboración surge de la relación de Arranz con Gérard Georges Lemaire, comisario de la exposición, surgida durante los años que el aragonés vivió en Francia (desde 1986 hasta 1994). Al margen de estas participaciones, si algo caracteriza al artista serrablés dentro de su trayectoria es la creación de un sistema de signos y símbolos, que parte de su obra ‘Abecedario’, y con la que pretende traducir el mundo a un lenguaje propio.

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