Los transportistas asumen con "normalidad" los retrasos por los controles fronterizos

Consideran "entendibles" los retrasos debido a la "excepcional gravedad" de los atentados en París.

Foto de archivo del túnel de Bielsa
Francia exige un paso alternativo con semáforos en el túnel de Bielsa
MAMEN PARDINA

Los transportistas han asumido con "normalidad" los retrasos derivados de la intensificación de los controles policiales en los pasos fronterizos del Pirineo aragonés debido a la "excepcional gravedad" de los atentados registrados en París.


Esta es la opinión del presidente de la Federación de Asociaciones de Empresarios del Transporte de Huesca, Wenceslao Jara, quien ha calificado de "entendibles" los retrasos generados, en especial en el paso del Somport, el que mayor volumen de mercancía absorbe.


Jara ha explicado que los controles son ahora más exhaustivos y conllevan tanto la identificación del transportista como una inspección de la carga en tránsito.


Unos controles, afirma, "absolutamente razonables" que provocan unos retrasos de aproximadamente una hora en los planes de ruta de los transportistas.


El responsable de los empresarios del transporte en Huesca ha explicado que el sector ha asumido también con "normalidad" el cierre del túnel de Bielsa en horario nocturno, "porque la situación en la que estamos es muy grave", ha subrayado.


Ha admitido que al principio, poco después de registrase los atentados, cundió el temor entre los transportistas de que se confirmara el anuncio de un cierre temporal de los pasos fronterizos por motivos de seguridad.


Los controles establecidos finalmente para vigilar los pasos fronterizos son para Wenceslao Jara una medida "perfectamente adecuada" a la situación para la que el sector está "mentalizado".


Ha precisado que las críticas del sector se producen cuando se prohíbe el tránsito de camiones por los pasos transfronterizos pirenaicos debido a la imposición de "normas estrictas" que dificultan su actividad.


Los tres pasos transfronterizos ubicados en el Pirineo aragonés, los de Somport, Portalet y Bielsa, están sujetos desde los atentados de París a controles de vigilancia continuos por parte de Policía Nacional en la vertiente española, y por la Gendarmería en la francesa. 

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