Martínez Pisón defiende la delicadeza del paisaje como un bien que deber ser protegido

El catedrático de Geografía ha inaugurado una nueva edición del Seminario del Paisaje de la Fundación Duques de Soria.

El codirector del Instituto del Paisaje, Eduardo Martínez de Pisón, este jueves.
El codirector del Instituto del Paisaje, Eduardo Martínez de Pisón, este jueves.
Luis Ángel Tejedor

El codirector del Instituto del Paisaje, Eduardo Martínez de Pisón, ha defendido este jueves la delicadeza del paisaje como un bien que debe ser protegido, ya que, cuando se desconoce, el hombre puede acceder a él "como un elefante en una cristalería".


Antes de inaugurar una nueva edición del Seminario del Paisaje organizado por la Fundación Duques de Soria bajo el título "El paisaje y sus símbolos", Martínez de Pisón ha asegurado que el hombre, desde el que habitó las cuevas de Altamira, siempre ha simbolizado el paisaje, lo que refleja su identidad cultural y le distingue de otros seres vivos y la propia naturaleza.


"Cuando conoces el mundo te das cuenta que siempre el paisaje es simbólico", ha subrayado el catedrático de Geografía antes de las jornadas que se prolongarán hasta el próximo sábado, con participación de profesores de Universidades de España, Francia, Italia y México.


Martínez de Pisón ha asegurado que donde hay un valor en el paisaje hay que respetarlo, porque lo cualifica culturalmente.


"Cuando se olvida o se desconoce puede irrumpir como un elefante en una cristalería, pero todo paisaje, en especial los madurados por la historia y la cultura, son verdaderas cristalerías y hay que entrar muy informado y con mucho cuidado", ha señalado en alusión a la Ciudad del Medio Ambiente y su impacto en el paisaje del valle del Duero.


El codirector del Instituto del Paisaje ha asegurado que el paisaje siempre antecede al símbolo, porque es la configuración geográfica que toma el territorio, "un hecho producto de la naturaleza y de la historia, al que el hombre añade un contenido cultural".


Martínez de Pisón ha subrayado que Antonio Machado "inyectó" símbolos al paisaje de Soria, desde la Laguna Negra, donde está ambientada la leyenda de Alvargónzalez, hasta los páramos cárdenos que canta en Campos de Castilla.


"Soria es el símbolo de la poesía castellana", ha subrayado

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