"No hace falta ser un superhéroe para ser una familia de acogida"

Unos 200 niños viven con familias de acogida en Aragón. La DGA y la asociación ADAFA buscan más voluntarios para acogimientos no adoptivos.

Blanca y Miguel, familia de acogida.
Blanca y Miguel, familia de acogida.

Blanca y Miguel cuidan a Marcos (nombre ficticio), de 6 años, como si fuera su hijo. Pero no es su hijo; es un niño al que acogen en su casa y su familia desde hace 10 meses gracias al programa de acogimiento familiar no preadoptivo del Gobierno de Aragón. Cuando la situación de su familia biológica mejore o la DGA encuentre una de adopción para él, Marcos irá a su nueva casa. Mientras, es uno más en la familia.


"El acogimiento familiar de un menor es un acto de solidaridad y generosidad", recuerdan desde la Asociación de Acogimientos Familiares de Aragón (ADAFA), que colabora con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) en el desarrollo de esta programa. Esta semana organiza unas jornadas en la Universidad de Zaragoza para dar a conocer esta situación y buscar más familias que quieran participar.


Unos 200 menores viven con familias de acogida en Aragón, según recoge la memoria de 2014 del servicio de Menores. Son niños en situación de riesgo o desamparo que por diversas razones no pueden vivir con sus familias biológicas. Las familias de acogida son su hogar temporal y una alternativa a los centros de menores.


Blanca y Miguel no sabían qué era el acogimiento familiar cuando fueron a Menores a pedir información sobre adopciones nacionales, hace tres años. "Nuestra idea era adoptar, pero entonces nos hablaron del acogimiento y nos pareció que podíamos ayudar. Primero tuvimos casi un año a una chica en casa. Y ahora estamos con Marcos. Hacemos una vida absolutamente normal. Va al mismo cole y al mismo curso que nuestra hija biológica. Se llevan bien, juegan mucho juntos y a veces también discuten, como todos los niños. Nosotros trabajamos los dos, aunque mi marido tiene jornada reducida, lo que nos permite organizarnos mejor. Hay días muy bonitos y días que los chicos nos vuelven locos, como en cualquier casa. Somos una familia normal. No hacer falta ser un superhéroe para ser una familia de acogida", asegura Blanca, economista de 43 años.


El objetivo de los acogimientos es proporcionar a los menores una vida normalizada mientras la Administración busca una solución para su caso. Hay tres tipos de acogimiento: "de emergencia", para niños de 0 a 8 años, en los que lo ideal es que el tiempo de acogida suele ser inferior a seis meses; "simple", para un periodo inferior a dos años, y "permanente", hasta que cumplen la mayoría de edad. Hay acogimientos que duran unos días (por ejemplo, por ingreso hospitalario o viaje de la madre) y otros que se prolongan varios años. Hay familias que siempre están disponibles y han acogido a más de 50 niños, y otras que ofrecen su casa cuando pueden.


"Mucha gente me pregunta si es muy duro cuando se van. El día que se van es triste y muy feliz. Les echas de menos, pero estás muy feliz porque sabes que han vuelto con sus padres o han ido con una familia de adopción con la que van a estar muy bien. Por ellos, por todo esto, vale la pena", reflexiona Blanca.Jornada de ADAFA

ADAFA colabora con el Gobierno de Aragón desde 1998 y gestiona el programa de acogimientos de emergencia. Tiene 122 socios, de los que ahora unas 40 familias tienen a niños acogidos en su casa. "Siempre hacen falta más familias. Cuantas más haya, más posibilidades hay de encontrar una que se adapte a las necesidades de los niños", apuntan desde la asociación.


De leyes, de experiencias, de emociones y de historias hablarán esta semana en unas jornadas organizadas por ADAFA en colaboración con la Universidad de Zaragoza. Los días 11, 12 y 25 de noviembre habrá varias conferencias en la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo.

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