Unos 10.400 hogares con calefacción central tendrán que actualizarse en apenas un año

Las calefacciones centrales tienen que estar adaptadas antes del 1 de enero de 2017.
Las calefacciones centrales tienen que estar adaptadas antes del 1 de enero de 2017.
Cedida por AERCCA

Los edificios con sistemas de calefacción central tendrán que introducir nuevos dispositivos en sus radiadores a instancias de una directiva de la Unión Europea, que indica que a partir del 1 de enero de 2017 todos los edificios que cuenten con el sistema centralizado de calefacción deberán tener contadores individuales o, en caso de no ser posible técnicamente, repartidores de costes en cada radiador que controlarán cuánto es el consumo de cada hogar. La norma, impulsada bajo el paraguas de la eficiencia energética, permitirá de esta forma diferenciar -y pagar- el gasto que cada vivienda realice, como se hace en la mayoría de los edificios modernos.


La medida afecta sobre todo a las comunidades de vecinos anteriores a 1998 que tengan calefacción central por columnas, unos 500 edificios. En Soria este nuevo requisito debe aplicarse en alrededor del 27,30% de todas las viviendas, según los últimos datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE). En total, más de 10.400 hogares que, no obstante, tendrán diferentes soluciones en función del mecanismo de su instalación. Además, con esta iniciativa de medición individual de calefacción central, Soria ahorraría 2.500 toneladas de dióxido de carbono al año.


El vicepresidente del Colegio de Administradores de Fincas de Soria y Burgos, Juan Carlos Barranco, aseguró a HERALDO que el sector lleva ya dos años informando a las comunidades y, aunque reconoce que son muy pocas todavía las que se han actualizado, tienen que hacerlo todas. No queda otro remedio; si no se enfrentan a una sanción".


En esto mismo coinciden desde la Asociación de Instaladores de Calefacción, Fontanería y Gas de la provincia de Soria (Ainfo), cuyo presidente, Adolfo Fernández Bujedo, constata que "queda la gran mayoría de las comunidades por actualizar". No obstante, tiene claro que, "por parte de los instaladores si daría tiempo a llegar al 1 de enero de 2017, pero los usuarios son los que están retrasando los plazos exigidos, puesto que conlleva un coste".


Si el sistema de calefacción central es en anillo -con un único punto de entrada y salida por vivienda- la actualización será sencilla mediante la instalación de un contador, que a cada usuario le podría suponer una inversión de unos 120 euros, según el presidente de la Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción (Aercca), Ignacio Abati.


Más complicado resultará para los sistemas de calefacción en columnas, los más antiguos y numerosos, donde los conductos están dispuestos de forma vertical, de modo que la calefacción del radiador de una estancia se ‘comparte’ con la habitación de arriba del vecino. Aquí, los propietarios deberán instalar en cada uno de sus radiadores un repartidor de costes -que medirá la temperatura y el consumo- y una válvula termostática, cuyo coste ronda los 40 euros por válvula, de modo que el gasto por vivienda podría elevarse a los 700 euros. Desde Ainfo calculan el precio del medidor más la válvula termostática y la instalación en unos 60 euros aproximadamente.


No obstante, apenas se ha actualizado el 8% de los edificios que lo necesitan, aunque ya se empezaron a realizar los primeros trabajos la temporada pasada y este verano, los instaladores dan por hecho que no se podrá llegar a tiempo a la fecha prevista. "Hay algunas comunidades de vecinos que siguen pendientes de que se pongan en marcha algunas ayudas para este tema, y aunque más de un año parezca tiempo suficiente, la realidad es que se ha dejado ir el tema demasiado".


Y es que el principal problema por el que no avanza en plazo la puesta en marcha es porque el Gobierno se ha retrasado al adaptar la normativa europea al marco nacional vía decreto. "Tenía que haber estado para junio. Ha pasado ya la tramitación y en teoría tiene luz verde, pero sigue pendiente del Consejo de Ministros, lo que genera inquietud en el sector y en el mercado porque la gente no sabe qué hacer". Así, tampoco hasta la fecha la Junta ha habilitado ayudas específicas para estas actualizaciones, si bien anunció el pasado miércoles que publicará en diciembre una nueva línea de subvenciones para mejorar la eficiencia energética de edificios construidos a partir del 1 de enero de 1981, dirigida a comunidades de propietarios y asociaciones sin ánimo de lucro y prevé la concesión de cantidades que oscilan entre los 3.300 y los 60.000 euros y a las que se pueden acoger para actualizar las calefacciones centrales. Es más, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas han remitido sendas cartas al Ministerio de Industria, Energía y Turismo para que transponga cuanto antes la directiva.


La otra gran pregunta radica en si de verdad estas medidas servirán para reducir el consumo. Un estudio de la Universidad de Alcalá de Henares estima que estos nuevos dispositivos podrían reducir la factura hasta en un 25%, aunque se encuentran valoraciones menores. Lo que sí es seguro es que con este sistema cada familia podrá controlar su gasto. Es decir, cada vecino pagará el consumo real de calefacción y agua caliente que haya registrado.

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