Francisco López :“El límite de la enseñanza básica en los 16 años no debe ser estático”

-El Consejo Escolar de Aragón ha empezado a trabajar hace solo unos días en un gran pacto educativo. ¿Es esto posible a nivel nacional?

-Esta iniciativa ya se realizó recientemente en las Islas Canarias. Y se llegó a un pacto. Los consejos escolares, y por supuesto el del Estado, tenemos una posición especial, privilegiada, porque están representados todos los sectores educativos, así que me parece muy pertinente que sean los lugares para iniciar el camino hacia un pacto, sobre todo en su dimensión social, como preámbulo a la posterior

acción política.

-Todos los sectores denuncian la politización de la educación... ¿por qué no se despolitiza, entonces?

-Yo distingo lo social y lo político porque son dos planos que operan sobre realidades diferentes. El pacto social mira del lado de los usuarios. Y el político tiene que ver con el ordenamiento a través de la legislación. Los dos son complementarios. No se puede ordenar el sistema educativo sin tener en cuenta a los sectores implicados, pero no es suficiente, tiene que implementarse en forma de legislación.

-¿No hay demasiadas normas en educación?

-Los acuerdos, para que sean efectivos, tienen que plasmarse en leyes, que yo soy partidario de que sean sencillas. Así, con ese marco general, es más sencillo adaptarse a las exigencias que demandan los nuevos tiempos.

-Y la Lomce, ¿es sencilla o compleja?

-Es una ley inserta en otra ley y, por esa razón, es más compleja.

-Las consejerías del PSOE, y Aragón en concreto, han reducido su aplicación al mínimo legal imprescindible...

-Esa es una cuestión sobre la que conviene tener las ideas claras. A final de curso hubo unas manifestaciones muy rotundas desde el Gobierno de Aragón que no parecían respetar el principio de legalidad, esencial en todo Estado de Derecho. Parecía deducirse de las manifestaciones tempranas de sus responsables que iban a ir más allá de lo que les correspondía. Pero eso se corrigió, se hicieron declaraciones al máximo nivel político, y es el marco en el que debemos desenvolvernos. Dicho esto, y de conformidad con la aplicación de la ley, hay competencias que corresponden al Estado y otras a las Comunidades, que tienen margen de maniobra para aplicar la normativa básica nacional de conformidad a su criterio y orientación.

-El PSOE acaba de proponer la escolarización hasta los 18 años...

-Nuestro Consejo Escolar ya aprobó en la reunión de su Comisión Permanente el 16 de junio una propuesta de mejora que estaba fundamentada y orientada a extender la enseñanza básica hasta los 18 años. El límite en la enseñanza básica, fijado en los 16 años, no debe ser algo estático. Porque el contexto ha cambiado. Las exigencias del sistema social y económico pueden hacer que haya que modificar los criterios. Y esa extensión no significa en modo alguno amarrar a los alumnos al pupitre ni extender el modelo vigente para la ESO, sino, más bien, una flexibilización del modelo. Sin alterar los 16 como edad de acceso al mercado laboral, pero complementado con la necesidad de seguir formándose. Si no, mucha gente abandona el sistema educativo sin cualificación. Y permanecerá el fenómeno de los ninis y crecerá la brecha formativa que padece nuestra población joven entre los que están bien y mal formados, que es una anomalía de nuestro sistema. En la Unión Europea, hay pocos estudiantes mal formados, muchos con formación intermedia y algo menos con formación superior. En España, hay muchos de mala formación y muchos también de excelente. Ahí está el origen del abandono. Y hay un claro consenso internacional sobre la dificultad de acceder a un empleo sin formación.

-Su institución tiene representación de todos los sectores. ¿Qué criticas o qué sugerencias se hacen al Gobierno?

-Nuestra institución está consolidada, el año que viene cumple 30 años y nuestra forma de comunicarnos con el Gobierno está perfectamente establecida: a través de dictámenes, que son públicos. Y le decimos cosas continuamente, solo este año llevamos 65 informes sobre normas con muchísimas observaciones de toda índole. Y, además, como es un órgano democrático, son propuestas que tienen un apoyo mayoritario de la Comunidad.

-Ustedes realizan cada año un informe sobre el sistema educativo. ¿Cuál es ese estado hoy?

-Es el reflejo de una gran complejidad derivada de nuestro modelo territorial. Es de los estados más descentralizados de la Unión

Europea en cuestiones educativas. En materia de recursos, se ha avanzado mucho desde las transferencias en el año 2000, a pesar de que el efecto de la crisis ha sido evidente. Pero se está remontando, en dotación y en condiciones del profesorado. Dejando a un lado eso, debe seguir mejorando. Tiene determinados defectos estructurales vinculados no solo con el progreso económico, sino con la cohesión social y el desarrollo personal.

-Habló en Zaragoza de la participación de las familias. Y se preguntaba en el título de la charla si es un discurso vacío o un pilar esencial....

-El título de la charla me lo propusieron. Y dije que daría pistas como para que encontraran la respuesta por sí mismos. Aun así, me moje al final.

-¿Y cuál es su diagnóstico?

-¿Es un pilar esencial? Puede y debe serlo. ¿Es un discurso vacío? Puede y no debe serlo. Imagínese que tuviéramos un tubo de cartón vacío. Para que se convierta en un pilar hay que rellenarlo de cemento. Esto es igual: los padres, los profesores y la propia administración deben encargarse de dotar de contenido la educación, a través de un esfuerzo coordinado, para convertirla en un pilar esencial. La implicación parental es uno de los cinco factores que mas incidencia tiene sobre el éxito escolar.