"Europa no puede funcionar a golpe de tragedia, de fotografía"

En ACNUR España no se andan con paños calientes: los responsables de la Unión Europea tienen que reaccionar urgentemente para solucionar la crisis migratoria que vive la región desde hace meses. "Ya basta de reuniones, hay que pasar a la acción", asevera María Jesús Vega, su portavoz. El frío ya está complicando (aún más si cabe) la situación de los miles de refugiados que llegan a Europa a través de Grecia y en las próximas semanas será aún peor. 

"Ya hemos tenido casos de hipotermias y otros problemas por frío. Hay personas que andan descalzas y caladas hasta los huesos varios kilómetros", aseguran desde ACNUR. "Las personas que atendemos están en constante movimiento y eso dificulta muchísimo nuestra labor de reparto de mantas térmicas, ropa y otros materiales para combatir las bajas temperaturas", indican.

Desde la organización sólo hacen una petición a los responsables europeos y, por extensión, a todos los gobiernos comunitarios. Una única demanda que no es otra que el establecimiento de instalaciones estables de recepción a los refugiados en Grecia, que es el punto por el que ya han pasado más de 570.000 personas según los cálculos de ACNUR. 

Esas estructuras estables serían de una naturaleza doble y podrían desempeñar un sinfín de funcionalidades, según explican. Por un lado, tendrían la función administrativa de registrar a todos los refugiados que allí llegaran (tomarles las huellas dactilares, entrevistarse con ellos para detectar casos vulnerables, etc.). Este sería el primer paso para distribuirlos, de forma segura y evitando la deleznable actuación de las mafias, a los países europeos que ya han aceptado sus cuotas de asilo. 

Por otro lado, en estas estructuras permanentes los refugiados podrían pasar algunos días y reponerse, al menos, físicamente. "Pedimos alternativas legales a los viajes de 10 kilómetros en los que las personas se juegan la vida. Por esos traslados en ferri los refugiados pagan 3.000 euros por cabeza, cuando el precio real es de 10 euros", abundan desde la organización vinculada a la ONU, que añaden que las mafias se están enriqueciendo hasta niveles insospechados con esta situación. 

Los países europeos, ante su gran reto

"Europa no puede funcionar a golpe de tragedia, de fotografía", aseveran desde ACNUR. La región "tiene todos los mecanismos disponibles" pero falta coordinación y una puesta en marcha eficaz. Bajo el punto de pista de María Jesús Vega, los países europeos están ante su mayor reto desde la Segunda Guerra Mundial. "Este es un momento decisivo, la UE debe mostrarse como la unión de países que es, estableciendo medidas legales, dando apoyo a los países que más refugiados acogen y cuya situación no es buena (Jordania y Turquía, por ejemplo) y sobre todo ayudando a la resolución de los conflictos bélicos que están detrás de estos movimientos migratorios. 

Porque desde la organización quieren resaltar que los refugiados no abandonan su país voluntariamente. Su ilusión es volver a su lugar natal, explican. Por eso hay sirios que han permanecido cuatro años en campos de refugiados de Jordania en malísimas condiciones. Esperaban que el conflicto se resolviera pero, al no ser así, deciden emprender el viaje a Europa, en busca de una vida mejor. 

Para ACNUR España los responsables políticos europeos deberían haber tomado nota de la reacción de la ciudadanía, que ha sido espectacular. Se han organizado grupos de ayuda de todo tipo en numerosos países europeos y los ciudadanos han demostrado que están dispuestos a colaborar con los más vulnerables aunque en países como España este sea un momento de no pocas estrechuras económicas para millones de familias.

"Es urgentísimo que Europa actúe", repiten hasta la saciedad los responsables de ACNUR. La ayuda, además de vital, puede ser positiva para Europa. Como en todas las crisis, en esta también hay oportunidades. De acuerdo con la organización, la UE puede perfeccionar el sistema de asilo, aprovechar los recursos que se han generado a raíz de esta crisis migratoria.

La sociedad española, por su parte, nunca ha tenido que acoger a gran número de refugiados en su historia reciente y prestando ayuda a los refugiados podría crear "algo bonito y duradero en la sociedad", según ACNUR. 

Para todo ello sólo hay un inconveniente: el tiempo, que apremia.