Aragón cuenta en la actualidad con una superficie forestal arbolada de 1,6 millones de hectáreas, casi 400.000 más que hace dos décadas, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente. Un crecimiento que está acorde con el resto del país, donde los bosques han ganado un 33% de terreno en ese periodo, alcanzando los 18,4 millones de hectáreas.

Las principales causas de esta buena noticia para el medio ambiente en la Comunidad se encuentran en los diferentes procesos de repoblación forestal emprendidos en estos últimos 20 años y, sobre todo, en el abandono de tierras agrícolas, como consecuencia de la despoblación del medio rural.

Estos dos factores se imponen con claridad a la amenaza de los incendios forestales, que no impiden que el saldo final de bosques siga creciendo. Y eso que en este 2015 han ardido más de 9.000 hectáreas de terreno en Aragón, el segundo peor ejercicio de las últimas dos décadas (solo superado por 2009), por culpa del fuego que afectó este verano a la comarca de las Cinco Villas.

En España, las técnicas de repoblación forestal han permitido replantar un millón de hectáreas mientras que alrededor de 700.000 hectáreas provienen de la forestación de tierras agrícolas.

Por su parte, el cese de la actividad agraria, incluidas las superficies que anteriormente se pastaban y en las que ahora comienza a regenerarse el bosque, ha supuesto un incremento de 1,3 millones de hectáreas arboladas.

Gracias a los diferentes Inventarios Forestales Nacionales (IFN), el Ministerio controla la evolución de los bosques de cada provincia, y sus principales características. Por ejemplo, se observa cómo la mitad de esa superficie está en manos privadas en Aragón, mientras que el resto pertenece a entidades locales (660.000 ha) y, en menor medida, a las comunidades autónomas y al Estado (80.000 ha).

Además, domina la presencia de coníferas (un millón de hectáreas), frente a las frondosas (425.000 ha) y las mixtas (165.000 ha).

55.000 hectáreas certificadas

Por otro lado, Aragón se incorporó el año pasado al Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal en España (PEFC), gracias a incluir más de 55.000 hectáreas de bosque en este mecanismo de control.

En concreto, se trata de una asociación en la que se integran las comunidades autónomas que llevan a cabo un seguimiento en torno a la calidad y sostenibilidad de las masas forestales. Para la consecución de este certificado pueden adherirse superficies forestales de propietarios tanto de gestores públicos como privados siempre y cuando estas superficies cuenten con un plan de gestión.