Aspace urge un nuevo centro ante la falta de espacio para prestar sus servicios terapéuticos

El final del verano ha devuelto al centro de día de la Asociación Soriana de Parálisis Cerebral a la realidad: la falta de espacio en sus instalaciones. El buen tiempo había permitido hasta ahora ‘desahogar’ algo la sobresaturación de las salas de terapia y rehabilitación realizando al aire libre algunas de las acciones de ocio y respiro familiar que complementa el servicio que se imparte desde este recurso. Con la atención a 42 socios de la entidad y otros 10 pacientes externos, hace mucho tiempo que se quedaron pequeños los 180 metros cuadrados del centro ubicado en la calle Fermín Cacho. Aun así, Aspace Soria no renuncia a seguir creciendo y, sobre todo, a continuar el tratamiento individual y totalmente personalizado que reciben sus usuarios y que, asegura a HERALDO la trabajadora social del centro, Laura de Diego, tanto bien hace en la calidad de vida y la mejora de las personas aquejadas de parálisis cerebral u otras lesiones físicas. Por ello, en torno a esta semana se habilitará una nueva sala: 7,5 metros cuadrados que Aspace ha conseguido ‘arañar’ al local cedido hace nueve años por el Ayuntamiento de Soria, reconvirtiendo el almacén en un espacio suficiente para acoger una camilla y trasladando todo el material de archivo a unas estanterías casi a ras de techo, en el hall del local, para seguir maximizando sus instalaciones.

La entidad es muy consciente de que ya no será posible ‘estirar’ más los metros cuadrados y que será complicado ampliar más el espacio destinado a trabajar con los pacientes. "Estamos pidiendo a gritos que nos ayuden las administraciones o incluso las donaciones privadas para hacer un centro más grande y seguir trabajando con calidad", afirma. De Diego.

El objetivo es poder contar algún día con su propia residencia para pacientes que vivan en distintos puntos de la provincia y mejorar su tratamiento, pero la idea, de disponer de la financiación necesaria para emprender el proyecto, sería materializarlo poco a poco, por fases y de forma realista. De momento, sólo han conseguido el compromiso de la cesión de un terreno para la construcción de las futuras instalaciones.

Las nuevas instalaciones vendrían también a resolver uno de los inconvenientes del local que Aspace abrió en el año 2008: los gastos de mantenimiento. Situado en una zona muy fría de la ciudad, la agrupación emplea alrededor de 1.000 euros en el pago de la calefacción y otros 200 euros mensuales en electricidad.

En cualquier caso, están muy agradecidos al Consistorio soriano por la cesión del inmueble y a la que recientemente se ha sumado el uso de un pequeño trastero para poder suplir la pérdida del almacén que, a partir de ahora, se convertirá en una nueva sala de tratamiento terapéutico. La atención de Aspace se estructura en dos grupos: atención pediátrica temprana (los profesionales de la entidad atienden a bebés de pocos meses de edad), un área que complementa el trabajo del Centro Base de Soria; y la atención a adultos.

Fisioterapia, psicomotricidad terapéutica, terapia ocupacional, integración sensorial, logopedia, hidroterapia y educación especial son los servicios que ofrece Aspace junto al programa de respiro familiar y de ocio, que ha tenido una gran demanda durante el pasado período estival.

La falta de espacio ya ha llevado a Aspace Soria a tener que rechazar una subvención para llevar a cabo un programa de empleo. La agrupación desea no tener que rechazar más oportunidades de seguir avanzando en otros campos de atención a la discapacidad por tener todas sus salas cubiertas (un cronograma estudiado y muy detallado saca el máximo partido a las tres actualmente disponibles).

Además del trabajo que se realiza con personas aquejadas de parálisis cerebral que son socios de la entidad, también destaca el servicio externo de atención neurológica en adultos (ictus, accidentes, algunos tipos de esclerosis) y de atención pediátrica temprana, con buenos resultados en niños de cero a seis años, que son sumamente importantes para la entidad pues le permiten acceder a una financiación extra.

La agrupación cuenta actualmente con ocho profesionales: dos fisioterapeutas, un terapeuta, un educador, una logopeda, cuidadores y un conductor. Aunque la asociación tiene su sede social en la capital soriana, ofrece servicio a distintos pueblos y la furgoneta de Aspace no deja de sumar kilómetros. Realizan servicio de transporte de usuarios a Borobia, Ágreda o Talveila, entre otras localidades de la provincia.

Aspace cree firmemente en que los sorianos aquejados de parálisis cerebral deben contar en Soria con los mejores recursos a su disposición y, además, con la motivación necesaria para cada paciente. "Son personas que llegan aquí cansadas después de muchos tratamientos médicos y pruebas. Nosotros buscamos motivarles de nuevo y por eso si nos tenemos que disfrazar todos de payasos lo hacemos. Es importante a la hora de encarar un tratamiento. Conseguirlo es difícil, pero es lo que nos diferencia", destaca la trabajadora social de la entidad. En este sentido, el personal de Aspace está compuesto por trabajadores muy comprometidos con la entidad y con una formación constante para seguir ofreciendo la mejor atención.