El obispo recuerda en su homilía los grandes problemas de Soria
Pide la intercesión del santo y una reflexión ante el paro juvenil, la despoblación y la falta de infraestructuras.
La festividad de San Saturio es una "oportunidad para mirarnos como pueblo", identificar las necesidades espirituales y materiales de la provincia. En su homilía, el obispo de Osma-Soria identificó "la poca valoración de Dios en nuestras vidas" en las primeras. Y repasó los grandes problemas sociales de "nuestra tierra soriana" en las segundas. Así, Gerardo Melgar habló de la "despoblación sangrante" que vacía las localidades. Y recordó a unos "jóvenes sin ninguna perspectiva de trabajo", quienes se ven "abocados sin más remedio a salir de la patria que les vio nacer" para ganarse la vida, aumentando de paso la carencia de pobladores. En tercer lugar, el obispo se fijó en un tema muy presente en las consideraciones en torno al desarrollo soriano: la necesidad de unas vías modernas de comunicación y su vínculo con la estabilidad económica. "La falta de infraestructuras que faciliten en asentamiento de empresas" y las relaciones de la provincia fue el último punto destacado en el aspecto social en la homilía de la misa solemne de la mañana en la concatedral de San Pedro. En el templo, representantes de todas las administraciones, con la Corporación municipal al frente y los Jurados. Y numerosos fieles asistentes a la misa patronal, concelebrada por una veintena de sacerdotes. Tanto en el plano espiritual como en los desequilibrios de la tierra "contamos con el auxilio, la intercesión y la ayuda" del santo.
Melgar no sólo repasó los males que aquejan a la provincia y pidió la mediación de San Saturio. También reclamó una reflexión sobre la materia, pues "cada cual en lo que le corresponde" debe preguntarse "en qué medida estamos poniendo los medios adecuados" para el remedio.
El obispo había comenzado su homilía hablando de la figura de los santos, que lejos de estar "trasnochadas y sin ninguna vida hoy" son "plenamente actuales", unos "testigos vivos del Señor", que "nos llaman a una vida creyente más auténtica".
Conocida es la vida de San Saturio, de quien el obispo realizó una pequeña semblanza de su vida, de cómo "repartió todos sus bienes entre los pobres" para seguir su "compromiso con Cristo" desde "la oración, la meditación y el silencio". A continuación subrayó la oportunidad de la jornada para una introspección, que identifique las necesidades y lleve a "ponerlas bajo su protección y amparo". Desde el plano espiritual, Melgar lamentó que "Dios es, por desgracia, el gran silenciado de nuestra sociedad actual". Peros sin sus valores "no tiene sentido la vida". Concluyó con la confianza de que tales valores y los anhelos por la prosperidad "se conviertan en realidades de las que todos podamos disfrutar".
La misa en la concatedral repitió en la procesión de la reliquia por el claustro, con la Banda interpretando el himno a San Saturio, uno de sus momentos tradicionales más característicos. Con la bandera de Soria, como más joven, el edil Ángel Hernández