En el colegio de Alpartir tienen una Constitución escolar que votan los alumnos. En la clase de Matemáticas, los alumnos aprenden ajedrez y robótica. En el patio han montado una estación meteorológica y una cocina solar que han fabricado ellos mismos. Los chavales aprenden con Legos y no usan libros de texto. El trabajo en equipos, por proyectos, es la base del aprendizaje.

Este es el modelo de colegio innovador del que presume el Gobierno de Aragón y su profesor estrella, César Bona (finalista del Global Teacher Prize, el 'Nobel' de los docentes). La consejera de Educación, Mayte Pérez, y César Bona presentaron este jueves en el colegio Ramón y Cajal de Alpartir su plan de innovación pedagógica. O, más bien, los alumnos y el director les enseñaron su cole a ellos (y a unos cuantos directores y representantes del Departamento de Educación).

Mario, de 10 años, les enseñó cómo trabajan con Legos. Salma y Cecilia, de 9 y 8 años, interrumpieron su partida de ajedrez para atender la visita que revolucionó el colegio. Chiara y Desiré, de 11, les explicaron cómo funciona la cocina solar, en la que estaban preparando mermelada de moras y manzanas. Mientras, en el horno solar estaban tostando almendras cogidas en los almendros del patio.

"Las almendras forman parte del currículum educativo", resumía minutos antes el director, Juan Antonio Rodríguez. El colegio, con 35 niños y 6 profesores, es un ejemplo de cómo se pueden hacer las cosas de otra manera. "En Alpartir están trabajando muy bien y hacen cosas alucinantes. En Aragón hay muchos otros centros y profesores que están innovando. Queremos sacar a la luz estos proyectos y compartir sus experiencias", afirmó César Bona.Mayte Pérez: "La innovación es una prioridad"

De momento, el Departamento de Educación ha creado un grupo de expertos, liderado por César Bona, que recogerá las experiencias innovadoras que ya se están llevando a cabo y tratará de extenderlas a otros centros. El equipo, del que forman parte unos cien docentes, abordará cuatro grandes áreas: la comunicación oral, las tecnologías, la gestión de las emociones y el compromiso social.

"La innovación es una prioridad de este Gobierno. Queremos promover el cambio metodológico y apoyar a los profesores. Les damos licencia para innovar", aseguraba la consejera. Mayte Pérez siguió atenta las explicaciones de los profesores y alumnos del colegio de Alpartir. "Con esta visita queremos promover el camino hacia la innovación. Los contenidos hay que darlos, pero se puede hacer de muchas maneras. Se pueden alcanzar las competencias que marca la legislación, pero de una manera diferente. Para eso necesitamos cierta flexibilidad en los horarios y la metodología", señalaba.

"En este colegio los niños están supermotivados y los profesores, muy implicados. Es una gozada", apuntaba Sara Novella, profesora nueva en el centro. "Es un colegio en el que te sientes realizado y los niños aprenden mucho. Tenemos las mismas asignaturas pero de otra manera. Es un modelo exportable a otros centros, sobre todo a los más pequeños, pero se tiene que involucrar toda la comunidad educativa", afirmaba Alba Piñel, profesora con cuatro años de experiencia en el colegio.

Y tras la marcha de autoridades, familias y periodistas, el colegio de Alpartir recuperó su tranquilidad habitual, con sus Legos, sus juegos, sus cuentos, sus asambleas y su horno solar en el que se tostaban las almendras.