La Universidad lanza un nuevo programa para reducir el abandono de los estudiantes

El 10,6% de los alumnos abandonan los estudios durante su primer año en la Universidad de Zaragoza. El dato, pese a ser uno de los más bajos de todas las universidades españolas, no deja de entrañar una preocupación en el seno del Campus público aragonés, empeñado en reducir la tasa en la medida de lo posible. Para lograr este objetivo (entre otros), este curso arranca el Plan de Orientación Universitaria (POUZ). Este programa -que se implementará en tres fases sucesivas- integrará y potenciará los que se venían desarrollando en cursos anteriores (como los Tutor y Mentor) y pondrá en marcha otros nuevos. "El leitmotiv es dar más apoyo y orientación para evitar el fracaso académico en los primeros cursos y reforzar las competencias del alumnado en los últimos años de sus estudios", explica Fernando Zulaica, vicerrector de Estudiantes.

El POUZ "tiene como objetivo general favorecer la integración, educación y desarrollo de los estudiantes, así como la inserción en el mundo laboral. Integra todos los servicios y actividades de apoyo y orientación que pone la Universidad a disposición de los estudiantes". La coordinación general del POUZ se lleva a cabo desde el Vicerrectorado de Estudiantes y Empleo y el Instituto de Ciencias de la Educación. El proyecto pasa por que cada facultad tenga su propio plan personalizado, adaptado a sus necesidades y características particulares.

En la primera de las tres fases, que arranca este curso, se va a hacer especial hincapié en el correcto aterrizaje de los estudiantes en sus respectivas facultades. Se incluirán en el POUZ los diferentes servicios de orientación que ya existen y se llevará el programa Tutor-Mentor a todos los grados de la Universidad.

La segunda fase se desarrollará entre octubre de 2015 y abril de 2016. Se centrará en el segundo y el tercer curso de los grados de Derecho y Administración y Dirección de Empresas, Arquitectura, Medicina, Odontología y Veterinaria, en los que se introducirán programas de formación específicos. "Queremos dotar a los alumnos de competencias transversales, como cursos de liderazgo, que les serán muy útiles al finalizar sus estudios", indica Zulaica.

La última parte del programa se desarrollará entre octubre de 2016 y abril de 2017, para implementarse en el siguiente curso. En ésta se desarrollarán nuevas acciones de apoyo y orientación a los estudiantes que ya han obtenido su título. "Trabajaremos con los egresados para que tengan una mejor orientación a la hora de encarar el mundo profesional", añade el vicerrector.

Programa Tutor-Mentor

Desde este curso, los planes Tutor y Mentor quedan enmarcados en uno solo (Tutor-Mentor), estableciéndose un único plan como pieza clave para la orientación y el apoyo del estudiante, especialmente durante el primer año en el delicado proceso de integración en la Universidad, cuando más peligro de abandono existe. Se va a implementar en el primer curso de todos los grados (hasta ahora sólo se desarrollaba en unos pocos).

Mientras el programa Tutor lo venía protagonizando el personal docente, en el Mentor son los alumnos de último curso quienes hacen de 'hermanos mayores' para los de primer año, solucionando cualquier duda académica o del propio funcionamiento del centro que pueda surgir. La idea, apunta Zulaica, es "que cada alumno tenga el mismo mentor y el mismo tutor para que haya una colaboración estrecha entre estos dos últimos".

195 mentores este nuevo curso

La Universidad ya ha logrado reclutar este año a 195 alumnos de último curso para que orienten de primera mano a los novatos. Una experiencia que, hasta el momento, se valora de manera "muy positiva". Al menos esa es la lectura de Marta López García, una recién graduada en Periodismo en la Facultad de Filosofía y Letras.

Marta, de 23 años, fue el curso pasado la mentora de 20 estudiantes de primero. Asegura que es un programa "útil, porque mientras al mentor le quita poco tiempo, al alumno de primero le ayuda mucho a la hora de resolver dudas y centrarse en los estudios". Mientras al principio de curso les plantearon dudas "más generales" para encarar las asignaturas, una vez se acercaron los exámenes, las preguntas se fueron centrando en aspectos más concretos de las materias.

Entre los primerizos se aprecia una participación desigual, algo que Marta achaca a la "quizá poca visibilidad que se tiene de esta herramienta", el único 'pero' que esta joven le encuentra.