El Festival Asalto
hace de lo efímero una de sus banderas, un concepto de doble cara, que conduce a la melancolía pero que también puede resultar un atractivo añadido. Es este fin de semana del certamen de arte urbano de Zaragoza una recta final llena de últimas oportunidades. El lunes, cuando esta décima edición haya acabado, se borrarán, por ejemplo,
las intervenciones en las paradas del tranvía (una de las actividades más exitosas de este año, según la organización). Y también cerrará sus puertas el celebrado Cuartel General del número 65 de la calle de San Pablo. Más tiempo, hasta el 15 de noviembre, hay para disfrutar de la exposición en el Centro de Historias, punta de lanza de la conmemoración del décimo aniversario. Hay, por tanto, que aprovechar. Entre hoy (de 11.00 a 21.00) y mañana (de 11.00 a 15.00) se celebrará en
el Cuartel General la Asalto Fair, que crece con más galerías y colectivos de artistas. En esta segunda edición podrá verse y comprarse la obra de los zaragozanos Brigadoon, Cráneo, Isometric Gallery, Tintaentera + Estudio Ductus, Münster Studio y Killazstore. Desde Barcelona llegan Bali Green Agency, Herokid y Stencilbox. Completan la nómina GKOGallery (Tolosa), Hombre Cactus (Villareal), IAM Gallery y Swinton & Grant (Madrid), Pistacho Custom (La Rioja) y, desde México, Tony Delfino.
Junto a la feria, el Cuartel General ofrecerá sus últimos conciertos, que el fin de semana incluyen sesión vermú. Desde las 12.30, Simonzico y Chema Moog amenizarán hoy el aperitivo. A las 21.00, el flow se abrirá paso con Grossomodo:Hacheka y Xtragos, dos MC y beatmakers de Zaragoza. Alos platos, Grime alargará la noche. El domingo musical en el Cuartel General será al mediodía. A las 13.00, el rock garajero de Underdogs pondrá el punto final a los conciertos, una de las novedades de este año, que han contado con una gran acogida. También apuran sus últimas plazas las visitas guiadas, uno de los éxitos de público del festival que este año incluye el Centro de Historias, donde destacadas figuras del arte urbano están pintando las paredes y a las que se les puede ver trabajando en directo. Las obras permanecerán hasta elpróximo 15 de noviembre, momento en que serán borradas. Un guiño a esa doble condición del arte urbano, la que actualmente lo sitúa como objeto de exposiciones al más alto nivel, pero que a la vez mantiene un pie en los movimientos callejeros.
Murales en su esplendor
Paralelamente, los murales que se añadirán a la colección de arte urbano de Zaragoza, única en Europa, están ya muy avanzados cuando no terminados. Los espectaculares contenedores pintados con un colorista tigre de Farid Rueda lucen ya en
uno de los lugares privilegiados de la ruta asaltera de este año:la plaza del Pilar. Irene Fenollar también ha acabado de dar vida a sus piedras de la plaza de San Felipe. Ha sido una de las artistas que con más público ha contado, sobre todo niños, que han quedado prendados de sus personajes naif. "Vimos la escultura del chico que mira hacia arriba (que recuerda a la desaparecida Torrenueva) y pensamos que las piedras podrían ser como
unos meteoritos que caen del cielo, con unos personajes extraterrestres", cuenta la artista.
Atención también al agujero negro que ha dejado el esquivo 1010 en la calle de Las Armas y premio para quién encuentre el caracol que han semiescondido los BYG un poco más adelante. No hay que perderse tampoco las intervenciones al otro lado del Ebro. El canto al amor de Saner en el barrio de Jesús y las geometrías de Iker Muro en esa misma zona. Espectaculares también son las intervenciones de Case Maclaim y el Colectivo Licuado en San José.
