La Universidad de Zaragoza investiga por qué mueren las carpas de un embalse soriano

Hasta la fecha se han recogido unos 66.340 peces muertos en el embalse de la Cuerda del Pozo.

Carpas recogidas en los primeros días en el pantano
Carpas en el pantano
Mariano Castejón

La Junta de Castilla y León ha remitido diferentes muestras de carpas muertas a la Unidad de Patología Infecciosa y Epidemiología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza para conocer el origen de la mortandad de 66.340 ejemplares de esa especie en el pantano soriano de la Cuerda del Pozo.


La mortandad, que ha remitido prácticamente en su totalidad, según ha confirmado este viernes la Junta de Castilla y León en un comunicado, se detectó el pasado 29 de septiembre y hasta la fecha se han recogido unas 66.340 carpas muertas de las aguas del embalse, situado en la cabecera del río Duero, en Soria.


El Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en Soria ha enviado nuevas muestras de carpas a la Unidad de Patología Infecciosa y Epidemiología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza al objeto de continuar investigando el origen de la mortandad.


Según han confirmado los responsables de este centro, el objetivo es realizar un estudio por familias mediante PCR y también inoculación experimental, así como, posiblemente, análisis histológicos de órganos, con el fin de aproximarse al diagnóstico.


Los resultados de estos estudios tardarán unos días en conocerse, ya que los cultivos celulares requieren un periodo de unos 20 días, según ha detallado la Junta.


Desde el inicio del suceso, el operativo puesto en marcha por el Servicio Territorial de Medio Ambiente, en colaboración con otros organismos implicados, fundamentalmente la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), ha recogido unas 66.340 carpas muertas y solo se han hallado peces de esta especie, de gran tamaño, unos 40 centímetros, y un peso medio de 1,5 kilogramos.


Los pocos ejemplares muertos que los agentes medioambientales han podido ver en las últimas horas se encuentran en un avanzado estado de descomposición, lo que indica que la mortandad, al menos en este momento, ha cesado.


Todos los estudios analíticos realizados hasta el momento, tanto del agua como de los peces, han resultado negativos para esclarecer el origen de la mortandad.


La Junta ha descartado parámetros físico químicos, contaminantes y vertidos, puesto que los análisis en continuo y las muestras de la CHD no indican valores anormales, ni hay afección a otras especies más sensibles que habitan en el embalse.


Los análisis realizados por el Laboratorio Central de Veterinaria (Laboratorio Nacional de Referencia del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente -MAGRAMA-) descartaron la presencia de cualquiera de los virus con importancia en piscicultura continental

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