Teatro, puestos de artesanos y ambientación renacentista en la cuarta feria Mudéjar de Utebo

Esta muestra, que en la última edición superó los 20.000 visitantes, impulsa el comercio, la hostelería y el turismo locales.

El desfile inaugural abrió ayer la feria Mudéjar. Actores y vecinos posan delante de la torre de Espejos.
El desfile inaugural abrió ayer la feria Mudéjar. Actores y vecinos posan delante de la torre de Espejos.
HA

Una jaima en la que tomarse un té, puestos de artesanos, música en la calle o representaciones teatrales son algunos de los lugares y actos programados que, desde ayer y durante todo el fin de semana, trasladarán a vecinos y visitantes de Utebo hasta la época del Renacimiento. La cuarta edición de la feria Mudéjar espera superar los 20.000 visitantes del pasado año y, para ello, cuenta con más stands que han llegado a más calles del casco antiguo de la localidad.


"La feria es un éxito por la gran afluencia de gente. Con esta ya van cuatro ediciones y el resultado no puede ser más satisfactorio", explica el alcalde de Utebo, Miguel Dalmau. La muestra conmemora con esta cita que en 1544 se finalizó la construcción de la torre de los Espejos, "un enclave turístico único", según calificó el alcalde, por su singularidad. El alcalde destacó que, según palabras del especialista en arte Mudéjar Gonzalo Borrás, "se estima que esta torre pudo ser construida en solo un año".


Por eso, este enclave singular de Utebo se convierte también en el escenario para uno de los actos centrales de la feria, la representación de La Torre de los Espejos, una obra que recrean en dos partes –Las peonadas y La inauguración–.


"Esta feria sirve para impulsar el comercio y la hostelería locales, así como fomentar el turismo", resalta el alcalde. "Las calles, el buen hacer de sus gentes y el gran equipo formado por diversas asociaciones, voluntarios, empresas y trabajadores hacen posible que este proyecto salga adelante", añade Miguel Dalmau.


Este es el segundo año que la feria se desarrolla en el casco antiguo, ya que inicialmente se hizo en el entorno del Ayuntamiento. "La ubicación junto a la torre es el lugar idóneo para el desarrollo de la feria", destaca el alcalde. De hecho, el número de puestos sigue incrementándose –este año suman 85, 13 más que en la última edición– y los actos llegan a más calles del casco antiguo.


Pilar Hernández regenta uno de estos puestos de artesanía. Tanto ella como su expositor están ambientados en la época renacentista. Pilar es de Utebo y se hizo el traje que lleva en uno de los cursos de indumentaria de la época organizado por el Ayuntamiento. En el puesto de PiPiruleta, nombre con el que comercializa sus productos, puede comprarse bisutería, tocados o detalles para bebés. Está instalada junto a la torre que dio origen a esta feria y sus primeras impresiones ayer fueron que comparando con el viernes de la edición pasada "había más ambiente".


El desfile inaugural abrió ayer esta feria, que hoy continuará con representaciones teatrales, música de animación en el mercado, exhibición y disparo de armas de época en el campamento militar o un taller de cuadros de arena. También habrá visitas guiadas a la iglesia y la torre y un concurso a la mejor fotografía de la feria.


Renfe también colabora con la feria y pone a disposición de los viajeros de la línea de cercanías que une Zaragoza y Utebo, unos billetes de ida y vuelta con precios especiales así como diversos viajes con trayectos teatralizados.

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