Una supuesta deuda de drogas lleva al banquillo a dos jóvenes a los que acusan de secuestro

La víctima y presunto deudor asegura que le retuvieron y amenazaron de muerte para exigirle el pago de 800 euros.

Francisco  Rodríguez (en primer plano), junto a José R. Trinidad.
Francisco Rodríguez (en primer plano), junto a José R. Trinidad.
Alcorta

El 26 de febrero de 2014, un joven envió un mensaje de Whatsapp al teléfono de su padre con una sola palabra: "Socorro". Al leerlo, asustado, el hombre activó una aplicación que mediante el sistema GPS ubicó el celular de su hijo en la plaza de Utrillas de Zaragoza. Acto seguido, el padre puso en alerta a la Policía, que desplegó varias patrullas junto al hipermercado ubicado en dicho lugar. Pasados unos minutos, los agentes vieron salir de un edificio al hijo del comunicante y a Francisco Rodríguez Louai, alias ‘el Rastas’, quien acabó detenido por presunto secuestro.


El arresto de este joven supuso el inicio de una investigación policial que destapó una serie de supuestas coacciones y amenazas vinculadas al robo de cierta cantidad de droga, asunto por el que la Policía también detuvo a José Ramón Trinidad Ramos, alias ‘Joserra’. La Fiscalía terminó acusando a estas dos personas de una larga lista de delitos, entre los que se incluían el secuestro en dos ocasiones del joven que pidió socorro a su padre por el móvil. Cargos por los que ayer fueron juzgados en la Audiencia de Zaragoza y por los que el ministerio público pedía inicialmente diez años de prisión para cada uno.


Tras escuchar las versiones de los acusados, del denunciante y del resto de testigos, la Fiscalía decidió revisar su calificación inicial. De hecho, desvinculó a José Ramón Trinidad de algunos de los hechos denunciados y únicamente solicitó para él tres años de prisión por su presunta participación en uno de los secuestros. En cuanto al Rastas, la acusación pública siguió pidiendo una condena de diez años.

"Yo no debía nada"

Tanto el Rastas como Joserra presentaron ayer al tribunal una versión muy similar de los hechos en la que ambos negaron la comisión de cualquier delito. Según explicaron, Francisco Rodríguez debía 800 euros a José Ramón Trinidad, deuda a la que el primero dijo que no podía hacer frente porque un tercero le debía también dinero. "Me lo debía el denunciante, al que le insistí en que me lo devolviera para poder pagar yo después a Joserra. Pero yo ni le amenacé, ni le pegué ni le retuve contra su voluntad. Porque yo sé que estas cosas solo se resuelven hablando", declaró ayer el Rastas.


Por su parte, José Ramón Trinidad manifestó que solo había visto al denunciante "en un par de ocasiones" y que únicamente le rogó que pagara a su amigo para poder cobrar él.


La presunta víctima ofreció una versión muy distinta de lo sucedido.Según esta, todo empezó cuando unos chicos le preguntaron en una zona de bares quién pasaba droga y él les habló de los ahora acusados. "Creo que les acabaron robando y ellos me reclamaban después a mí ese dinero, pero yo no les debo nada", aseguró este joven, quien también precisó que el único autor de las amenazas y de los secuestros fue el Rastas.

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