Montserrat Caballé: "Siempre participo desinteresadamente y con gran cariño"

La soprano que da nombre al certamen, en cuya final estará presente, ha sufrido un ‘annus horribilis’ por su imputación por fraude fiscal y sus problemas de salud.

Volverá a Zaragoza un año más para impartir las clases magistrales del concurso internacional de canto que lleva su nombre. ¿Qué le aporta esta cita?

Esta cita me aporta el cariño de una ciudad que amo tanto y que durante años ha demostrado al mundo lo importante que es la cultura para ella.


¿Cuántos días va a permanecer en Zaragoza?

Permaneceré seis días en los cuales asistiré a la final del Concurso de Canto e impartiré clases magistrales.


¿Qué clases va a impartir?

Las clases magistrales que imparto se basan en la arquitectura del sonido.


¿Qué consejos tiene para las nuevas generaciones del canto?

Los consejos que daría son los mismos que me dieron y seguí: ante todo, constancia, perseverancia en los estudios y mucha paciencia.


A principios de año se temió por la paralización del certamen tras su imputación por un delito de fraude fiscal. ¿Cómo afrontó esos momentos?

En ningún momento se nos comunicó que se temía por la paralización del concurso y desde el mes de enero se empezó a trabajar para esta edición de 2015. Esta es la XV edición y jamás he recibido remuneración económica alguna ni por el concurso ni por las clases magistrales, siempre lo he hecho desinteresadamente y con gran cariño para Zaragoza.


¿Qué representa este Concurso Internacional de Canto?

El concurso da la posibilidad a los premiados de poder debutar en teatros importantes e iniciar una carrera profesional. Muchos ganadores de ediciones anteriores son ya grandes nombres en el panorama operístico mundial.


El Ayuntamiento ha anunciado que revisará este concurso de cara a próximas ediciones. ¿Qué le parece?

En ningún momento se nos ha comunicado dicha revisión. Si así fuere, imagino que nos lo comunicarán en cuanto llegue a Zaragoza.


¿Cómo ve el futuro de la ópera?

En la actualidad, con la crisis mundial, la opera ya no ocupa el primer lugar como antaño; hay que pensar en los hospitales, médicos, alimentos y ayudas humanitarias necesarias.


Estos últimos años ha pasado dos veces por quirófano y ha hecho frente a problemas con Hacienda. ¿Cómo se encuentra?

Gracias a Dios, me estoy recuperando de mis problemas de salud y espero que así continúe.


Su marido es natural de Villarroya de la Sierra y usted se precia de ser aragonesa de adopción...

Sí, desde hace ya 52 años.


¿Qué es lo que más le gusta de Aragón?

Mi marido.


¿Cuál es su primer recuerdo de un escenario?

Cuando debuté en Basilea con la primera dama de ‘La flauta mágica’.


¿Cómo fueron sus inicios desde su debut en 1956?

De trabajo intenso para lograr en 10 años un repertorio de 42 óperas distintas.


¿Cuáles han sido los motores de su carrera?

Es muy duro escoger entre tantos porque todos tienen su valor.


A sus 82 años, ¿piensa en la retirada?

Sin duda.

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