Más de cuarenta mil cartas que piden la paz mundial
Francisco Barriendos comenzó a escribir sus mensajes en 1961. Cientos de jefes de Estado y de gobierno le han respondido a sus misivas.
"Las que más emoción me producen son las de los papas. Tengo desde Juan XXIII hasta el actual", explica Barriendos. La colección está ordenada por países en cartelas y en álbumes por fechas. Francisco posee una de las colecciones de cartas autógrafas de reyes más importantes que existen que van desde la reina Isabel de Inglaterra, Balduino y Fabiola de Bélgica, Gustavo Adolfo de Suecia, el Sah de Persia, la reina Victoria Eugenia, los reyes Constantino y Ana María de Grecia, Hassan II, el príncipe Carlos de Inglaterra, Diana de Gales, y sus hijos los duques Cambridge, hasta los reyes de España. "Con especial afecto guardo las de los príncipes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, así como las de sus padres, los condes de Barcelona y la de los actuales reyes don Felipe y doña Letizia", comenta Barriendos, señalando con afecto la felicitación navideña de los príncipes de España de 1970 cuya foto fue el rey Felipe VI con tan solo dos años.
En la colección se pueden contemplar, además, millares de cartas de presidentes de gobierno de todo el mundo, desde el general De Gaulle, a todos los de la desaparecida República Democrática de Alemania, los presidentes españoles y presidentes de repúblicas, pasados y presentes de los cinco continentes. También, posee una fotografía firmada por los astronautas del Apolo XI, escritores como Alberti, escultores como Gargallo, embajadores como Sanz Briz, el ángel de Budapest, y personalidades.
Sus cartas no conocen la ideología. La paz mundial es su obsesión. Escribe e intercede por ella a todos los jefes de Estado y presidentes. Estos, por lo general, le contestan participando de tan buenos propósitos, aunque luego no cumplan con la misma buena voluntad que expresan en sus mensajes. Un mensaje muy curioso que posee es el del general Pinochet. "Respondió a mi carta, que pedía paz, diciendo que Chile era un país en el que se vivía en calma y en armonía. Me decía que me invitaba a visitarlo para poder comprobar que todo lo que se decía de ese país, no era más que una conjura de los europeos", asegura Barriendos.
Otras de las cartas curiosas son las de agradecimiento por mandar una ayuda económica a los lugares afectados por desastres naturales. "Alguna de estas son conmovedoras", explica.
Francisco, a pesar del elevado desembolso económico en sellos, "mi mujer ya me da por imposible", comenta, no deja de mandar cartas pidiendo por la paz. "El último que me ha contestado ha sido el presidente Lambán", asegura el coleccionista.