Durante los viajes por carretera, muchos no habrán podido evitar comentar los curiosos nombres de los pueblos o ciudades que quedan a la espalda. La geografía española posee innumerables rincones bajo nombres peculiares. En Aragón existen unas cuantas localidades y municipios que se encuentran dentro de los diez pueblos con los nombres más curiosos. 

Contamina es el nombre de un pequeño pueblo cercano a Alhama de Aragón, situado al suroeste de la provincia de Zaragoza. Con 39 habitantes, este municipio ofrece a los turistas visitar el monumento Peirón de San Isidro, clasificado bien de Interés Cultural y Monumental e integrado dentro del Catálogo del Patrimonio Cutural Aragonés. También destaca la Iglesia parroquial de San Bartolomé levantada en el siglo XVI. Con unos cuantos más habitantes, Montón es otro municipio habitado por unos 119 vecinos de Zaragoza. Rodeado de murallas de piedra y con dos puertas góticas en arco, la iglesia parroquial está dedicada a la Purísima Concepción de finales del siglo XV.

Si bien la procedencia del nombre de muchos lugares se desconoce, Pancrudo toma la denominación del río que nace en su término, en El Cazinarro. Cabe destacar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, levantada a finales del siglo XVI, y el ayuntamiento. Así como el antiguo horno de pan rehabilitado y que hoy es una sala de exposiciones y actos culturales. Este municipio situado en la provincia de Teruel, cuenta con unos 117 habitantes.

Posiblemente más felices que nadie sean los habitantes de Triste, una localidad de la comarca de La Hoya de Huesca, situado en la orilla derecha del río Gállego. Habitada por 14 vecinos, cuenta con un taller textil de madera dedicado a la tejeduría artesanal.

Fiscal, con 244 habitantes, es una localidad y municipio en la comarca del Sobrarbe de la provincia de Huesca. Despunta la ermita de San Salvador, en la Sierra de Cancias y la Cueva del Santo Viejo con pinturas rupestres. Perteneciente al municipio de Jaca, en la Jacetania, Guasa se sitúa en la provincia de Huesca. Por este rincón aragonés de 65 habitantes discurre el río Gas.

Con no más de 50 habitantes, Esposa es una localidad de la provincia de Huesca. Junto con Candanchú y Sinués forman parte del valle de Aísa. Al margen izquierdo del río Estarrún posee la iglesia parroquial de San Bartolomé del siglo XVII. En su interior todavía se conservan algunas sepulturas en el suelo y restos del empedrado original.

Con un crecimiento de población desde 2006 -contaba con 10 habitantes- en la actualidad son alrededor de 40 vecinos los que viven en Latas, una pequeña localidad perteneciente a Sabiñánigo, en el Alto Gállego, de la provincia de Huesca. De aquí desciende el Linaje de Latas, una familia de nobles infanzones aragoneses.

No menos peculiar que los anteriores, Gallocanta forma parte del Campo de Daroca, en la provincia de Zaragoza, muy cerca del límite provincial con Teruel. Con unos 158 habitantes, posee la laguna Gallocanta, en medio del Sistema Ibérico, en la que posee una gran riqueza biológica y capacidad para albergar gran cantidad de aves.

De pequeñas poblaciones con no más de 150 habitantes, llegamos a Escucha, una localidad y municipio de la provincia de Teruel que forma parte de la comarca de las Cuencas Mineras con 980 habitantes. Una iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista, una ermita en honor a San Bartolomé y el Museo Minero de Escucha, hacen de este lugar con peculiar nombre, un destino en Aragón.

Sin embargo, esto no acaba aquí: la provincia de Zaragoza cuenta con otros nombres singulares como Codos, Nigüella, Novallas Alpartir o la Muela. Viajando por Huesca, podrán encontrar rincones como San Felices, Arraso, Bailo, Martes, Villanovilla, Plan o Sin. Por último Ojos Negros, se encuentra en la provincia de Teruel.