Aragón, fiesta del ciclismo
Miles de aficionados se reúnen en Calatayud y Tarazona para presenciar la disputa de la 13ª etapa de la Vuelta. Los alcaldes de ambas localidades subrayan el impacto económico y la repercusión mediática de la prueba.
Hacía ya dos décadas que la Vuelta a España no pasaba por Calatayud. Y la localidad bilbilitana tuvo una respuesta formidable. Justo el día en el que comenzaban sus propias fiestas patronales, el centro del núcleo urbano se volvió a transformar para recibir a los mejores ciclistas del planeta. El despliegue resultó mayúsculo en todos los sentidos, a la altura de una prueba de primera magnitud. "Lo que se ve en estos momentos resulta espectacular", anunció el alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, minutos antes de iniciarse la decimotercera etapa. "Ha sido una oportunidad inmejorable para poner a Calatayud en el mapa. Además, tiene un impacto económico muy importante en el ámbito de la hostelería y la restauración, y la ciudad se da a conocer en todo el mundo", explicó Aranda, quien confesó estar "muy ilusionado"por el entusiasmo que había despertado la prueba en la localidad. "Por supuesto que nos gustaría repetir", añadió el alcalde", quien recordó también "los atractivos" de una etapa "exigente"para los ciclistas.
En este sentido, el escaparate de la ronda española es incuestionable: se televisa en 190 países de los cinco continentes, con todo lo que ello supone. Así, Beamonte anunció su intención de que Tarazona, que fue inicio de etapa en 2012 y organizó una contrarreloj en 2013, "siga siendo sede de la Vuelta a España en futuras ocasiones".
Pero hubo más. Zaragoza capital, La Almunia de Doña Godina, La Puebla de Alfindén y Utebo también obtuvieron importantes réditos gracias al despliegue de la Vuelta Ciclista a España. Ocho hoteles de la capital aragonesa albergaron un total de 11 equipos, además del personal de la dirección y los miembros del jurado. En tres hoteles de Utebo pernoctaron el Caja Rural, el Tinkoff-Saxo, el Trek Factory, El MTN, el Cannondale y el Colombia; mientras que la escuadra Lotto se alojó en La Almunia, y el Europcar y el Giant-Alpecin hicieron lo propio en La Puebla de Alfindén. La etapa discurrió por las proximidades de las localidades de Morata de Jalón, Morés, Brea, Illueca, Gotor, Jarque, Oseja, Calcena y Purujosa; por las sorianas de Beratón, Cueva de Ágreda y Ólvega; y por las de la Comarca de Tarazona y el Moncayo, Torrellas, Los Fayos, San Martín de la Virgen del Moncayo, Litago, Alcalá de Moncayo, Vera, Trasmoz y Santa Cruz de Moncayo. Fue la fiesta del ciclismo en Aragón.