"La médico me ha dicho, o te la llevas o esta mujer no podrá aguantar más"
La Policía Local de Pinseque y varios vecinos del pueblo fueron los primeros en llegar y socorrer a las víctimas. Las ambulancias tuvieron que dar un gran rodeo para poder acceder.
Los agentes se temieron lo peor, por lo que no dudaron en coger un coche patrulla y dirigirse al lugar del siniestro, que se encuentra a unos dos kilómetros del casco urbano del municipio. Al llegar, la escena era dantesca. En medio del humo y del caos, deambulaban desorientadas y malheridas algunas de la víctimas, a las que fue necesario agrupar para sacarlas de una zona que parecía "un campo de minas". Porque las detonaciones seguían sucediéndose y el peligro era manifiesto.
Además de los agentes municipales, fueron varios los vecinos de la localidad zaragozana que se acercaron hasta las instalaciones de la Pirotecnia Zaragozana. Por motivos de seguridad, estas se encuentran en una enorme parcela aislada de cualquier zona habitada. Sin embargo, desde conjuntos residenciales como El Lago Azul se llega en coche en apenas un par de minutos.
Según ha podido saber HERALDO, entre quienes se acercaron a ver qué había sucedido e intentar echar una mano se encontraba una médico, que al ver la magnitud del accidente no dudó en remangarse y en ponerse a asistir a los heridos junto a los policías de Pinseque.
En la plantilla de la empresa siniestrada hay bastantes trabajadoras, y fue a dos de ellas a las que primero atendieron. "La médico me ha dicho, o te la llevas enseguida o esta mujer no aguantará mucho", explicaba ayer uno de los funcionarios de la Policía Local. Las lesiones de esta víctima eran de extrema gravedad, por lo que los agentes decidieron no esperar a que llegaran las ambulancias y la subieron con cuidado en la parte trasera del coche patrulla para intentar llevarla a algún centro hospitalario de la capital aragonesa.
La ubicación de la Pirotecnia Zaragozana, en una parcela aislada de unas diez hectáreas situada entre los cascos urbanos de Pinseque y Garrapinillos, dificultó la llegada de los equipos de salvamento. De hecho, el estrecho puente que salva el Canal Imperial de Aragón desde la zona más próxima a Pinseque impedía acceder a los camiones de bomberos y las uvis móviles, que tuvieron que dar un gran rodeo para llegar a la planta siniestrada.