La explosión del polvorín de la Pirotecnia Zaragozana causa la muerte de 5 empleados

La cadena de detonaciones posterior arrasó casi por completo las 82 casetas de trabajo de la planta de Garrapinillos. Seis empleados resultaron también heridos y se buscaba a un desaparecido. La Guardia Civil investiga las causas.

Los bomberos accedieron a la zona afectada por al explosión.
Los bomberos accedieron a la zona afectada por al explosión.
Asier Alcorta

Cinco trabajadores de la Pirotecnia Zaragozana perdieron ayer la vida y otros seis compañeros resultaron heridos –tres de ellos, de carácter muy grave– al estallar el polvorín central de la planta de Garrapinillos, en el que la empresa almacenaba los cientos de kilos de explosivos con los que fabrica sus castillos de fuegos artificiales. Al cierre de esta edición, los equipos de rescate daban también por desaparecida a una persona, a la que se estuvo buscando sin éxito hasta bien entrada la tarde entre los escombros.


A la primera y enorme detonación, que se produjo sobre las 14.20 y pudo escucharse en la capital aragonesa y en todos los municipios del entorno, le sucedieron varias más, lo que arrasó la práctica totalidad de las instalaciones, adquiridas a comienzos de este año por el grupo francés Etienne Lacroix. De hecho, según fuentes del operativo de rescate, de las 82 casetas de trabajo que integran la planta apenas diez quedaron en pie.La magnitud de onda expansiva fue tal que se localizaron cascotes de cemento y trozos de metal a cientos de metros del epicentro de la explosión.


La confusión inicial fue mayúscula, hasta el punto de que las primeras personas que llamaron al 112 avisaron de un posible accidente en el aeropuerto de Zaragoza. Y fue así porque al gran estruendo le sucedió una colosal nube de humo blanco cuya ubicación coincidía con la del aeródromo."Al principio nos dijeron que se había caído una avioneta, pero enseguida nos confirmaron que la explosión se había producido en la Pirotecnia Zaragozana", explicaba uno de los sanitarios del 061.


La empresa cuenta con una plantilla de casi cuarenta trabajadores, pero ayer por la tarde apenas se encontraban en la planta de Garrapinillos una docena. En medio del tremendo caos, algunos de los empleados utilizaron sus propios vehículos para desplazarse a distintos hospitales de la capital aragonesa. El resto fueron asistidos y evacuados por ambulancias del 061 y de los Bomberos de Zaragoza, aunque también se desplazaron a la zona vehículos de DYA,Cruz Roja y NTSA.


Por la proximidad de las instalaciones al casco urbano de Pinseque, la primera en llegar al lugar de la tragedia fue la Policía Local de este municipio. En medio del humo, uno de los agentes vio deambular heridas a varias de las víctimas, a las que con ayuda de algún otro vecino ayudó a ponerse a salvo para evitar daños mayores. De hecho, las explosiones seguían sucediéndose y las vidas de todos ellos corrían peligro.

Evacuación desesperada

La extrema gravedad de las lesiones que presentaba una de las trabajadoras llevó a los municipales de Pinseque a intentar una evacuación desesperada. Los agentes metieron a la mujer en el coche patrulla y tomaron rumbo a Zaragoza. Sin embargo, cuando llevaban recorridos apenas un par de kilómetros, se cruzaron con las ambulancias del 061 y les dieron el alto. Los médicos se hicieron cargo de la herida, pero sus intentos por salvarle la vida resultaron infructuosos.


Los Bomberos de la Diputación de Zaragoza (DPZ) desplazaron a Garrapinillos a su unidad canina, lo que resultó crucial a la hora de localizar a varias de las víctimas de la cadena de detonaciones. De hecho, gracias a uno de los canes y al arrojo de su adiestrador, que asumió el riesgo de introducirse en la denominada "área caliente", pudo encontrarse aún con vida a dos mujeres. Estaban semienterradas e inconscientes.


Aunque en un principio se hablaba de dos víctimas mortales, la lista fue incrementándose en las horas posteriores al suceso hasta alcanzar las cinco. Entre los fallecidos se incluyen la mujer que trasladó la Policía Local de Pinseque y la que evacuaron en estado muy grave los Bomberos de Zaragoza y que pereció en el camino.


La Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar las causas de esta tragedia, la quinta con víctimas mortales que sufre la Pirotecnia Zaragozana en los últimos 50 años. En cualquier caso, el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, advertía ayer en Garrapinillos de la necesidad de ser cautos. "No se pueden hacer conjeturas de las causas de la explosión y habrá que ser pacientes, para que los expertos puedan trabajar en una investigación que podría prolongarse durante varios días", explicaba.

Un camión con pólvora

Las explosiones se produjeron a las 14.20, pero el fuego se mantuvo activo durante casi toda la tarde, lo que obligó a los Bomberos a seguir remojando la zona continuamente. Los responsables de la planta, muy afectados, informaron al equipo de extinción de que había un camión que no había sido alcanzado por las llamas que contenía cerca de 400 kilos de pólvora. Sabedores de esta circunstancia, los técnicos en desactivación de explosivos de la Guardia Civil (Tedax) decidieron ampliar considerablemente el perímetro de seguridad y ordenaron a los bomberos que centraran sus esfuerzos en evitar que el fuego llegara al mencionado vehículo. Y lo lograron.


La que fue pasto de las llamas fue una furgoneta que al parecer se utiliza para suministrar el material explosivo desde el polvorín central hasta las 82 casetas de trabajo, donde los empleados suelen preparar individualmente (o en compañía de otro trabajador) los cohetes y resto de productos pirotécnicos. Según fuentes de la investigación, el vehículo quedó completamente arrasado por las llamas, por lo que no puede descartarse que la gran detonación tuviera su epicentro en torno a él. En cualquier caso, las pesquisas acaban de comenzar y los expertos insisten en que "no se puede descartar absolutamente nada".


Hasta el lugar del siniestro se desplazó también ayer la consejera de Economía e Industria del Gobierno aragonés, Marta Gastón, porque aunque la competencia en asuntos de pirotecnia es nacional, la Dirección General de Trabajo ha abierto una investigación paralela.


La Guardia Civil y los Bomberos continuarán trabajando hoy en Garrapinillos, donde extinguido el fuego habrá que seguir buscando evidencias que aclaren lo sucedido.

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