Último ensayo de España antes del Eurobasket

El equipo se mide hoy con la República Checa en el Partido Internacional Homenaje a HERALDO en su 120 aniversario. El cuadro de Sergio Scariolo, que se ha impuesto en sus seis partidos de preparación, optará al oro en el Europeo.

Unas niñas se fotografían con Rudy Fernández.
Unas niñas se fotografían con Rudy Fernández.
aránzazu navarro

Baloncesto de altura en Zaragoza. La selección española comparece hoy en el pabellón Príncipe Felipe (12.00) para medirse con la República Checa, en lo que será el último choque de preparación para el Eurobasket de septiembre. Lo hará en el Partido Internacional Homenaje a HERALDO DE ARAGÓN, en un duelo que servirá para conmemorar los 120 años de historia del periódico aragonés. La cita presenta numerosos atractivos. De hecho, el combinado nacional ha vuelto a reunir a algunos de los jugadores más rutilantes de toda su historia; una generación de ensueño, con representación de la NBA, que viene acumulando triunfos gigantescos durante la última década. Entre ellos, dos platas olímpicas (Pekín 2008 y Londres 2012), un título mundial (2006) y dos oros europeos (2009 y 2011).


El combinado nacional, dirigido por Sergio Scariolo, contará con seis notables ausencias para el torneo europeo. Se trata de Ricky Rubio y José Manuel Calderón, dos de sus principales activos en la dirección de juego; de Juan Carlos Navarro, uno de sus francotiradores más certeros; de Álex Abrines, otra importante amenaza en el tiro exterior; de Marc Gasol, su referencia más fiable bajo los aros, al menos en las labores de contención; y también de Serge Ibaka, otro jugador distinguido por su tenacidad para aplicarse atrás, su capacidad de intimidación y su amplio recorrido en la mejor Liga del planeta.


Sin embargo, España sigue contando en su nómina con jugadores sobresalientes, habituados a competir en escenarios supremos y ante adversarios de una exigencia máxima. Un grupo espectacular, prácticamente irrepetible, que vuelve a reunirse ahora con un doble propósito: conquistar la medalla de oro en el torneo continental –fue bronce en Eslovenia, en la edición de 2103–, y sellar su clasificación para los Juegos Olímpicos de 2016. En este sentido, los dos finalistas del Eurobasket tendrán plaza asegurada para Río de Janeiro, mientras que los cuatro siguientes clasificados obtendrán billete para el preolímpico.


Para el cuadro español, el reto pasa también por restaurar su dañado prestigio, después de que el pasado año, en el Mundial donde ejercía de anfitrión, rindiera por debajo de las expectativas y quedara apeado por Francia en los cuartos de final. "Es la primera vez, en muchos años, que España no sale por encima del resto en las apuestas. El objetivo es recuperar nuestro estatus", anuncia Scariolo.

El camino correcto

A priori, el seleccionador parece haber encontrado el camino correcto. Durante gran parte de la gira, España se ha distinguido como un bloque comprometido, ilusionante, punzante y tenaz, con una velocidad extrema en sus acciones de ataque, con numerosos argumentos desde todas las posiciones de la pista y con una defensa enérgica y resistente. De momento, el combinado nacional se ha impuesto en sus seis anteriores partidos de preparación. Superó primero a Bélgica (67-64), y posteriormente hizo lo propio con Polonia (71-64), Senegal (96-49) y Venezuela (82-80), además de imponerse después en sus dos amistosos contra Macedonia:94-63, en Madrid, y 88-54, en Logroño, en el duelo del pasado martes. Cada vez más cuajado y seguro de sus fuerzas, viene ofreciendo un espectáculo grandioso en sus actuaciones más recientes. Pese al desencanto del último Mundial, y aunque las bajas suponen una rémora considerable, su crédito para el Eurobasket de septiembre permanece intacto.


En su último examen, el cuadro de Scariolo se examinará con la República Checa, del que no se esperan demasiadas concesiones. Se trata de un bloque sólido y aguerrido, altamente competitivo, que cuenta en sus filas con jugadores del prestigio del ala-pívot Jan Vesely (Fenerbahçe), el escolta David Jelinek (Sportif) y el base Tomas Satoransky (Barcelona). Al igual que el azulgrana, también el pívot Ondrej Balvin (Sevilla) y el alero Pavel Pumbrla (Obradorio) compiten en la Liga Endesa. Además se ha reforzado con el alero Blake Schilb (Galatasaray), quien ha conseguido recientemente la nacionalidad checa y que, finalmente, podrá participar en el torneo continental.


La cita de hoy ha generado una gran expectación en la capital aragonesa, que ya tuvo una respuesta formidable en agosto de 2013, con la anterior visita de la selección. En aquella oportunidad, y pese a la escasa entidad del adversario –Gran Bretaña–, el partido conllevó una entrada magistral en el pabellón Príncipe Felipe: alrededor de 9.500 espectadores respaldaron entonces la actuación del combinado español, lo que delata la repercusión mediática del evento. Ahora, La Federación ha renovado su compromiso con Zaragoza; y Zaragoza, ciudad de baloncesto, acudirá en masa a la llamada de la selección.

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