"Ahora hay más emprendedores por oportunidad que por necesidad"

Quienes se deciden a montar una empresa son cada vez más gente con un bagaje profesional que ve la oportunidad de "transformar conocimiento en dinero".

Instalaciones del CEEI Aragón, en el zaragozano barrio del Actur.
Instalaciones del CEEI Aragón, en el zaragozano barrio del Actur.
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Frente a lo que ocurría en los primeros años de la crisis, el perfil del emprendedor empieza a cambiar. "De los trece proyectos que se han instalado en el CEEI Aragón desde comienzos de año, la mayoría corresponde a personas más cerca de los 40 años que de los 30, que proceden de empresas a las que la crisis se ha llevado por delante y que quieren aprovechar su bagaje profesional para crear su propio negocio", dice el presidente de esta incubadora de empresas, José Luis Latorre. "Ahora –explica– hay más emprendedores por oportunidad que por necesidad y eso es bueno porque son los que más posibilidades de éxito tienen".


Los perfiles de muchos proyectos que les llegan son de profesionales o procedentes del mundo universitario o de la empresa, que apuestan por sectores innovadores. "Quieren transformar conocimiento en dinero", dice Latorre, y pone como ejemplo los casos de Zenith Drones, que lleva desde abril de este año en el CEEI, o de Geezar Soluciones, que va camino de dos años.


"Tenemos una ocupación del 90%. Lo que hemos incrementado es la rotación. Por ejemplo, este año se fueron Libelium o Endef Engineering. A las empresas, cuando despegan, esto se les queda pequeño", comenta. Recuerda que "el 88% de las empresas que arrancan en el CEEI están vivas a los cinco años, frente a una media del 60% en otros viveros de España".

Muy diversificados

Son proyectos de todos los sectores los que se incorporan al CEEI. "Estamos muy diversificados", constata Latorre. Antes les llegaban más proyectos TIC (tecnologías de la información y la comunicación) y también de biomedicina, y en estos últimos años del sector de la energía y bastantes de la industria. "Lo cierto es que apoyamos todo lo que sea innovación dirigida a atender una necesidad del mercado", asegura.


Es el caso de los emprendedores Raúl de Narciso y Ramiro Tomás, que en abril decidieron abrir Zenith Drones en el CEEI: "Los dos estábamos en el paro e hicimos un curso sobre drones en Walqa. Vimos que era un sector con gran potencial de desarrollo y nos planteamos crear nuestro propio negocio". Para empezar contaron con la subvención Mile del Inaem: "Unos 9.000 euros, pero el dron que compramos ya nos costó unos 11.000". Un crédito de unos 30.000 euros, junto a algunos ahorros, hicieron el resto.


"Ramiro es topógrafo y yo fui muchos años gerente de la empresa Industrias Narla, de estampación de metales, pero tuvimos que cerrar en 2013. Así que pensamos en empezar de nuevo en un sector al que le vemos mucho potencial", explica De Narciso. Buscando sobre todo como clientes a ingenierías que se dedican a inspeccionar líneas eléctricas, así como a productoras audiovisuales, tienen ya varios proyectos apalabrados. "Expodrónica, que se celebra en la Feria de Zaragoza los días 24 y 25 de septiembre, es muy importante para nosotros", dicen.


Mientras llegan posibles inversores –porque las cámaras que necesitan (térmica o multiespectral) son muy caras– se dedican sobre todo a incrementar su formación, probar el dron y desarrollar uno propio. "También estamos en conversaciones con la Fundación del Hidrógeno para ver si podemos utilizarlo como combustible de los drones, ya que hasta ahora, en su mayoría, funcionan con baterías eléctricas muy pesadas que tienen una escasa auotonomía de 20 minutos, mientras que con cédulas de hidrógeno podrían durar hasta dos o tres horas en vuelo", aclaran.


Inversión para nuevos desarrollos es lo que necesita también la empresa Geezar Soluciones, creada en mayo de 2013 por tres investigadores procedentes de la Universidad de Zaragoza y que lleva instalada en el CEEI desde octubre de 2013. Dedicada a la fabricación de dispositivos de medición para usos agrícolas e industriales, el primer año se puso en marcha "con los ahorros de los tres y estando varios meses sin cobrar", explica Ángel Martínez. "Ahora ya tenemos nómina a fin de mes, igual que los siete compañeros que se han ido incorporando al equipo", agrega.


Aunque los principios fueron difíciles, un crédito de Caja Laboral y otro de Ibercaja para emprendedores, que sumaron 52.000 euros, además de financiación de proyectos europeos y de concursos de ideas que fueron ganando, les permitieron salir adelante. Hasta ahora, han puesto en el mercado los dispositivos ‘Watcher fruit’ que inspeccionan las aplicaciones de veneno de las sulfatadoras, así como otros para medir sistemas de riego y consumos energéticos y de agua en la industria.


"Ahora estamos con dos prototipos: uno para medir la calidad de agua en las alcantarillas y detectar posibles vertidos y otro para controlar la temperatura en el transporte de productos perecederos", detalla Martínez. Asegura que no se arrepiente: "Pasamos un tiempo complicado en que no ganábamos nada, pero ahora no cambiaríamos nuestro proyecto".


Ilusionada está también Penélope García, que tras trabajar durante 32 años en el departamento de exportación de una empresa de climatización ha arriesgado parte de sus ahorros en montar su propia empresa, Guomango, instalada en el CEEI desde junio. Junto al apoyo de su socia, más especializada en el sector financiero, y una subvención Mile del Inaem han puesto en marcha la firma, dedicada al envasado y la venta de aceite con Denominación de Origen del Bajo Aragón bajo la marca Oleazara.


"La idea surgió de un curso que dimos en la Cámara de Comercio. Se me quedó grabado a fuego que mucho del aceite de oliva español lo envasaban los italianos y me dije: ¿Por qué no puedo hacerlo yo?". Ser uno de los tres proyectos seleccionados este año en el programa agroalimentario del IAF la hizo acabar de decidirse.


"Hemos empezado con la exportación de este producto, principalmente a Escandinavia, Rusia y los Emiratos Árabes, pero también queremos envasar productos de cosmética de aceite de oliva para los países árabes, más a largo plazo", desvela García. Proyectos como ‘Tus desayunicos on line’, con cestas de productos gourmet para vegetarianos, veganos y otros clientes, están también en fase de desarrollo.

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