Ilusionante debut en casa

El Real Zaragoza recibe al Almería en el estreno liguero en La Romareda (22.30). La baja por lesión de Hinestroza, con Jaime aún lejos de su mejor forma, abre las puertas al debut de Jorge Díaz.

Los futbolistas del Real Zaragoza, en una singular imagen durante los estiramientos al final de un entrenamiento de la semana.
Los futbolistas del Real Zaragoza, en una singular imagen durante los estiramientos al final de un entrenamiento de la semana.
j. m. marco

Vuelve la liga a La Romareda tres meses después. El último partido del torneo de la regularidad tuvo lugar el 30 de mayo, aquella derrota 0-2 ante Las Palmas en la penúltima jornada del curso pasado, que fue preludio de lo que sucedería en la final de la promoción ante los canarios. Aquellos dos duelos posteriores de los ‘play-off’, a cara o cruz ante el Girona y los amarillos insulares en formato de eliminatoria copera, son los recuerdos más recientes que quedan en la retina del zaragocismo, que ansía que el balón ruede de nuevo con puntos en juego.


Se palpa un aire de cierta prisa por ver de nuevo fútbol, por observar si este remodelado Real Zaragoza 2015-16 va a ser el del soñado ascenso a Primera División. La afición blanquilla arde en deseos de que, por fin, estemos ante la temporada de la reconducción del errático camino que la anterior propiedad de la SAD emprendió hace ocho temporadas y del que, durante mucho tiempo, va a haber que pagar y saldar deudas de todo tipo, no solo económicas.


Llega, pues, de nuevo la liga. Y lo hace por todo lo alto. Con un partido de enjundia dentro del fútbol de plata. El Real Zaragoza, el club con mejor palmarés de la categoría –con enorme diferencia sobre los demás– es anfitrión del mejor equipo de los tres que han bajado este verano de Primera, el Almería. Todo el mundo coincide en señalar que, si todo discurre con normalidad, los dos rivales de hoy en La Romareda han de estar el próximo junio en la pelea por el ascenso directo.


Por lo tanto, no es un partido cualquiera, aunque la provisionalidad que siempre provocan los primeros balbuceos de la liga, cuando agosto aún no ha concluido, lo introduzca en una nebulosa engañosa. Son los tres primeros puntos en disputa en La Romareda, y no son tres puntos cualesquiera. Quién sabe si, dentro de nueve meses, lo que esta noche suceda en el estadio municipal va a resultar crucial. Tanto por los puntos en sí como por el ‘golaverage’ que se dé de cara al balance final. Este es un claro ejemplo de que, en una competición tan larga, tan importantes son los puntos del final como estos del principio, a los que muchas veces no se les da la verdadera importancia que demandan.


El Real Zaragoza, tras muchos años empezando la liga bajo mínimos, en precario y a suerte o verdad, esta vez requiere de buen tino para no embocar mal el año, como en tiempos pretéritos ha venido siendo norma. Hoy necesita ganar. Despejar dudas. Alejar cenizos viciados. Aplacar agoreros presagios. Más que nunca, el equipo zaragocista necesita un buen inicio, un día feliz que recubra de confianza y esperanza a su abollada y desconfiada afición, que tiene cogido ese gesto feo del escepticismo fácil a base de fracasos y gestiones nefastas en los años donde el mando de Agapito y sus ejecutivos provocó, año tras año, arranques de temporada llenos de fiascos y catástrofes.


Es momento para empezar a cambiar las cosas en la trayectoria deportiva del equipo durante la competición. Y cuanto antes se haga, mejor. En este sentido, aún duele el tramo final del partido del estreno a domicilio, el pasado domingo en Miranda. Gustó y sorprendió agradablemente el Real Zaragoza en los primeros 70 minutos, donde se puso 0-1 a favor y debió rematar al rival con uno o dos goles más, que marró. Por eso, el postrero empate de los burgaleses, cuando el primer triunfo zaragocista se mascaba, ha dejado mella y es un acicate más para los chicos de Popovic en esta noche veraniega. Tienen ante sí la primera oportunidad de desquitarse de semejante error.

Sin Hinestroza, baja relevante

El Real Zaragoza vuelve a pisar su campo 15 días después de la presentación ante la Real Sociedad, en el Memorial Lapetra. Una buena referencia, aquel 3-0 ante los donostiarras, donde también hubo ramalazos de buen fútbol en el bloque de Popovic. Pero hoy faltará Freddy Hinestroza. El extremo colombiano es una baja sensible, la primera a causa de las temidas lesiones musculares en el incipiente curso. Con Jaime también tocado y fuera de forma física, el entrenador va a tener que tirar de la tercera opción, el uruguayo Jorge Díaz, que viene de vivir una peculiar odisea con su nacionalidad, pasaporte y condición de trabajador comunitario por afinidad (matrimonio e hijos). El charrúa va a pasar de estar abocado al despido, a ser casi seguro titular. También Erik Morán tiene sus números para entrar en lugar del más defensivo Wilk en la medular, algo aún en el aire.


Enfrente, el Almería llega con los exzaragocistas Soriano, Corona (suman ya una década en el club andaluz), y Eldin Hadzic. También está el ariete Chuli, nonato como blanquillo pese a estar fichado el pasado año. Un partido con infinidad de atractivos.

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