Los contratos de formación se disparan, pero solo un 5% se convierten en indefinidos

Durante el primer semestre se han firmado 1.235 acuerdos laborales de este tipo en Aragón.

Desempleados esperando su turno en una oficina del INAEM
Desempleados esperando su turno en una oficina del INAEM
Heraldo.es

El contrato para la formación y el aprendizaje nació en 2010 y fue revisado dos años después en el marco de la última reforma laboral. Surgió con el objetivo de facilitar la transición de los jóvenes hacia la vida laboral, con unas condiciones muy favorables para el contratador. Esta modalidad viene ganando peso cada año en Aragón, alcanzando en el primer semestre de este curso las 1.235 contrataciones, la cifra más alta a estas alturas del año, según los datos del SEPE.


Desde su puesta en marcha, esta tipo de contratación ha ido incrementado su presencia en el mercado laboral español, hasta representar en el primer semestre el 0,98% del total de contratos realizados. Su cara menos positiva es que casi nunca acaba traduciéndose en una contratación con visos de prolongarse en el tiempo.


Mientras en los seis primeros meses del año se han rubricado 1.235 acuerdos laborales bajo este modelo, apenas 65 se han convertido en ese mismo período en una contratación indefinida, la tónica general desde su puesta en marcha.


Desde UGT se critica esta modalidad, ya que "la empresa también se ahorra el coste de la formación de la persona contratada convirtiéndola en una mano de obra realmente barata, en un intento a la desesperada por maquillar los datos del desempleo de los jóvenes de entre 16 y 30 años".


"Por no mencionar el hecho de que al poder empezar la formación práctica directamente en la empresa el alumnado no tiene adquirida la competencia en materia de salud laboral ni de prevención de accidentes laborales", añaden desde el sindicato.


Por su parte, CC. OO. lo califica de "contrato precario altamente bonificado" y subraya el "deterioro de las condiciones de la formación que lleva asociada sus ventajas económicas para las empresas y para las consultoras de formación, verdaderas impulsoras de su expansión".


Bonificaciones para la empresa


El contrato de formación busca la cualificación profesional aunando la actividad laboral con la formación con cursos que se desarrollan en los centros colaboradores del Inaem. La duración mínima de estos contratos es de seis meses y la máxima de dos años, salvo determinados convenios que permiten que alcance los tres años. Con él, las empresas se ven beneficiadas al disponer de bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social que, en determinados casos, alcanzan el 100%.


Del total de contratos de formación registrados a nivel nacional (83.800), el 64,9% ha sido a trabajadores con educación secundaria o superior. Es decir, dos de cada tres contratos los han firmado profesionales pertenecientes a este colectivo. Por su parte, los contratos de formación realizados a profesionales con estudios primarios suponen el 35,1% del total.

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