La lesión que padeció Freddy Hinestroza en Miranda de Ebro y el susto que dio ayer Jaime Romero en el entrenamiento matinal en la Ciudad Deportiva le han abierto de par en par las puertas del equipo. Un escaparate ideal para mostrar sus cualidades a Ranko Popovic y a su nueva afición.

El periplo zaragocista del uruguayo pudo quedar zanjado abruptamente cuando el pasado sábado el club recibió la noticia de que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) no dejaba inscribir al atacante. El motivo atendía a la nacionalidad del jugador. El organismo presidido por Javier Tebas consideraba que este había perdido su condición de comunitario por afinidad al andar sumido en un proceso de divorcio.

Este hecho le fue comunicado a Díaz en el mismo césped de Anduva. El encargado de hacerlo fue Ángel Martín González. La reacción del futbolista fue de sorpresa y de tristeza ya que, obviamente, quedó excluido de los planes de Ranko Popovic para el encuentro frente al Mirandés.

La rescisión de su contrato de tres temporadas de duración –y la búsqueda de un destino– era el horizonte que le aguardaba si se imponía la tesis de la LFP. Sin embargo, el martes el Real Zaragoza logró desbloquear la negativa del organismo a cursar la pertinente licencia.

El documento clave fue el certificado expedido por la Unidad de Extranjería del Ministerio de Asuntos Exteriores que da fe de la situación correcta de Díaz, cuyo NIE (Número de Identificación de Extranjero), el DNI de los ciudadanos de otros países que viven en España, tiene la condición de comunitario y permanente, por afinidad, hasta el año 2024.

Desactivada esta amenaza mayúscula, el panorama inmediato de Díaz es ilusionante. Por delante, dispone de 90 minutos para entregar argumentos futbolísticos que hagan aumentar su impronta en el plantel.

El uruguayo se ha visto favorecido por la lesión de Freddy Hinestroza. El colombiano, que se retiró del césped de Anduva en el minuto 51, padece una rotura de fibras en los músculos isquiotibiales de la pierna izquierda. Permanecerá al menos dos semanas alejado de los terrenos de juego.

Jaime Romero, el otro competidor directo, no se halla todavía en plenitud física. Sin ir más lejos, el miércoles se detuvo el entrenamiento por unas molestias que quedaron en anécdota, y ayer se retiró al vestuario tocándose la parte posterior del muslo izquierdo.

Pese a los temores iniciales, todo parece indicar que no reviste gravedad y que podría ser incluido por el técnico en la citación. Minimizar el riesgo de lesiones fibrilares del manchego, dada su potente y explosiva constitución anatómica, se ha convertido en una obsesión para el cuerpo técnico, que le ha dictado un plan de preparación específico.