el cipotegatoProtagonista de las fiestas de San Atilano: "Representaré al personaje de la mejor manera posible"

Tiene 35 años, pertenece a la peña Garrafus y lleva desde los 18 años presentándose al sorteo para ser el Cipotegato. Hoy lo acribillarán a tomatazos.

El anónimo Cipotegato, con su tradicional careta, en el monumento del centro de Tarazona.
El anónimo Cipotegato, con su tradicional careta, en el monumento del centro de Tarazona.
nora bermejo

-Le veo muy tranquilo…

-En general soy una persona bastante tranquila, supongo que cuando llegue el momento estaré más nervioso.


-¿Cómo recuerda el momento del sorteo?

-Subí con los amigos de la cuadrilla que nos solemos presentar todos los años y cuando salió mi número me quedé blanco. Pensaba que había entendido mal. Tuve que preguntar a los de al lado a ver si había escuchado bien. Lo primero que hice fue llamar a mi mujer, a mis padres y a mi hermana.


-¿Le ha quitado el sueño este 27 de agosto de 2015?

-He intentado aparcarlo un poco porque el sorteo fue hace 14 meses y si estás todo el día pensando en ello se te hace eterno.


-Tiene dos niños gemelos de dos años. ¿Le da pena que sean tan pequeños y no recuerden el día en que su padre fue Cipotegato?

Creo que está bien que me haya tocado con esta edad, ahora se disfruta más con la familia. Ellos no se acordarán pero ahí estarán las fotos y los vídeos de recuerdo.


-Salió el año pasado detrás del Cipotegato, ¿qué tal la experiencia?

-Muy buena, me aconsejaron que saliera para controlar el tema de las escaleras que hay justo en la puerta. Lo que pasa es que me quedé muy atrás y no pude hacer el recorrido completo.


-¿Se ha preparado de manera especial estos meses?

-Dejé el deporte por culpa de una tendinitis en la rodilla, pero ahora he vuelto a correr y lo he cogido con ganas. Un amigo me ha ayudado con la planificación para no forzar y llegar bien.


-Su recorrido pasará por los principales monumentos, ¿es un homenaje a la ciudad?

-Sí. Tenía el camino pensado desde siempre, pero es parecido al año pasado. He cambiado algunas calles para pasar por la torre de la Magdalena, el palacio episcopal, la plaza de toros vieja, la catedral… Es un recorrido con varios puntos en el que se podrá ver bien toda la comitiva. Creo que es un acierto hacerlo público porque la gente mayor o los niños, que no pueden estar en la plaza, se distribuyen por el camino.


-¿Qué le dicen los cipotegatos de otros años?

-Cada uno te da un consejo. Unos sobre la preparación y otros sobre el traje: que me ate bien los cordones y que me ajuste los botones.


-¿Cómo tiene previsto comenzar hoy el día?

-Nos levantaremos para almorzar con los amigos un poco más pronto de lo normal, aunque no sé yo si tendré ganas de comer algo…


-La cuadrilla también lo vive de forma especial, ¿no?

-Los amigos se reparten. Uno sale conmigo desde el Ayuntamiento y otros me hacen pasillo o me esperan por el recorrido o me entran a hombros… Están todos los puestos adjudicados.


-¿Cómo vive las fiestas cada año?

-Siempre a tope, con el recorrido del Cipotegato y también soy un habitual de los festejos taurinos. En fiestas siempre me quedo en Tarazona, nunca me voy fuera. Desde que soy padre ya no vivo tanto las noches y busco más actividades con niños, pero este año creo que haré una escapada con los amigos...


-¿Qué siente a pocas horas de recibir una lluvia de tomatazos?

-Mucha alegría y mucha emoción. Espero representar el personaje de la mejor manera posible sin hacer ninguna cosa fuera de contexto. Lo que más me agobia es lo de los medios de comunicación porque no estoy acostumbrado.


-¿Tiene algún miedo?

-No, no. El recorrido no es largo así que por eso no me preocupa el aguantar. Da más miedo el agobio de la plaza y quizás el tema de las escaleras al salir para no caerme.

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