El presidente aragonés, Javier Lambán, ha mostrado su deseo de que "cuanto antes" haya un gobierno en Cataluña con el que se pueda tener unas relaciones "fluidas y fructíferas", dado que ahora no existe con la actual Generalitat, a la que ha acusado de "infligir continuos agravios" a Aragón.

De este modo se ha referido Lambán, en declaraciones a los medios, a la valoración hecha ayer por la Generalitat sobre la propuesta del consejero catalán de Justicia, Germá Gordó, sobre la posibilidad de que puedan acceder a la nacionalidad catalana los habitantes del Aragón oriental.

El presidente aragonés ha insistido en que la comunidad tiene que tener una relaciones "privilegiadas" con Cataluña por los lazos históricos, familiares e intereses culturales que comparten y de los que se ha definido como "amante", valorando lo que significa "su historia y su cultura".

No obstante, ha reconocido que, actualmente, la relación con la Generalitat es "imposible de calificar como buena desde el momento en que inflige continuos agravios" a Aragón, el último de ellos, ha recordado, la inclusión del Aragón oriental en la nación catalana.

Por ello, ha afirmado que "no existiendo relaciones con el gobierno de la Generalitat" desea "profundamente" que cuanto antes haya un gobierno con el que Aragón "pueda tener unas relaciones fluidas y fructíferas".

El mandatario aragonés ha calificado de "estupidez histórica cultural y política, y una falta de respeto intolerable" las declaraciones del consejero de Justicia, toda vez que "llueve sobre mojado" en relación a la "soberbia con que Cataluña trata a Aragón, incumpliendo la sentencia de los bienes" que reclaman a Cataluña .

Lambán, quien ha recordado que mostró al rey Felipe su disposición a que Aragón ejerciera de "puente" entre Cataluña y España, ha mostrado su rechazo a cualquier tipo de injerencia, falta de respeto y declaraciones como las que el "desdichado e infausto" consejero ha hecho y que ha calificado como "una agresión intolerable".

"Estupideces de esa naturaleza las habíamos oído de entidades privadas catalanas, de historiadores de medio pelo y agentes culturales catalanes manifiestamente mejorables", ha dicho, pero que las haga un representante del gobierno de Cataluña "eleva la gravedad de los hechos un escalón más arriba y nosotros no lo podemos tolerar en modo alguno", ha concluido.