Sancho, solo en su Ínsula Barataria

Discreta conmemoración en Aragón de los lugares vinculados a ‘Don Quijote de la Mancha’, en el 400 aniversario de la segunda parte de la novela de Miguel de Cervantes.

Escultura de Sancho Panza en Alcalá de Ebro.
Escultura de Sancho Panza en Alcalá de Ebro.
guillermo mestre

Sancho Panza, gobernador de la Ínsula Barataria y singular escudero de ‘Don Quijote de la Mancha’, se encuentra solo y abandonado. Representado en una escultura sobre un pequeño balcón junto al Ebro a su paso por Alcalá, su figura –dicen en el pueblo– no ha tenido el eco y la difusión a nivel provincial ni regional que hubiera merecido este año con motivo del 400 aniversario de la publicación de la segunda parte del libro de Miguel de Cervantes (1547-1616).


Algunos de los escenarios aragoneses vinculados al Quijote, como el propio Alcalá de Ebro o Pedrola, con el palacio de los duques de Villahermosa donde Sancho ejercerá de gobernador en la Ínsula Barataria, "lamentan, de momento, la falta de un proyecto global y haber sido olvidados por parte de las anteriores administraciones –Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y el Gobierno de Aragón–", señala Fernando Español, concejal de Cultura de Pedrola.


"Ha sido una oportunidad perdida –afirma el edil socialista– ya que una adecuada promoción hubiera sido la excusa perfecta para poner en valor la Comarca de la Ribera Alta del Ebro como referente turístico en torno a la figura del Quijote".

Algo más que una escultura

Para difundir y aprovechar la figura del ingenioso hidalgo de la Mancha "no basta con construir solo un monolito, hace falta promoción en toda la Comunidad", dice Manuel Cuenca, de 82 años, vecino de toda la vida de Alcalá de Ebro, donde "este año se nota poco la llegada de visitantes". La estatua –ubicada en un bonito paraje junto a un bosque de chopos y una panorámica espectacular del Ebro– incluso pasa inadvertida para los hermanos De la Cruz, que, desde Cataluña, paran en la iglesia del pueblo para sellar el documento que les acredita como peregrinos del Camino Jacobeo de Santiago.


Cristina Ruiz, la dueña del bar Alex, el único de Alcalá, "lamenta la falta de ideas y actividades para recordar al Quijote" en un pueblo de solo 290 habitantes, con pocos recursos y con muchas casas vacías.


De la comisión creada por las principales instituciones y administraciones públicas a principios de 2015 para reivindicar una ruta de don Quijote por Aragón los resultados son, en lo que va de año, discretos. "En su día se habló de un montón de propuestas, pero sin dinero, así que la mayoría han quedado solo en buenas palabras", cuenta Español.


Entre otras sí se llevaron a cabo un ciclo de conferencias impartidas por el filólogo José Manuel Blecua y la escritora Soledad Puértolas en abril y una exposición, ‘Ilustradores del Quijote’, del artista Juan Baldellou en febrero en el museo Pablo Serrano de Zaragoza. Incluso la música también estuvo presente en la conmemoración del aniversario del Quijote con una serie de conciertos itinerantes a cargo de los músicos del Conservatorio Superior de Aragón bajo el título ‘Nuevos Quijotes’.


Son actos que, en su mayoría, "no necesitaron de un presupuesto desbordante, porque ya se venían realizando y este año se iban a dedicar a la figura del Quijote", señaló en enero de 2015 la anterior consejera de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón, Dolores Serrat.


Por su parte, la DPZ se ha sumado al aniversario con la edición de un cómic sobre el Quijote y una exposición itinerante integrada en su programación anual. En lo que resta de año, la Universidad de Zaragoza organizará en septiembre un congreso internacional de hispanistas, con una ponencia a cargo de la profesora Aurora Egido.


Quienes sí se han volcado en conmemorar el Quijote, en la medida de sus posibilidades, han sido la comarca Ribera Alto del Ebro y los ayuntamientos de Pedrola y Alcalá de Ebro con propuestas que incluyen desde visitas teatralizadas al palacio de Villahermosa y la producción teatral ‘Los sueños de Sancho’ hasta señalizaciones del Camino de Sancho.


Lo más destacado, sin duda, son las visitas teatralizadas de los personajes creados por Cervantes a la residencia de los duques de Villahermosa, un escenario de lujo (el caserón no está abierto habitualmente al público) catalogado como Bien de Interés Cultural que, además, cuenta con las explicaciones del propietario y anfitrión, el conde Javier de Urzaiz.


Todo para que esa parte del Aragón que inmortalizó Cervantes en la obra cumbre de la literatura española no quede en el olvido. Una propuesta que a buen seguro hubiere defendido el mismísimo don Quijote de la Mancha.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión