Reacción de orgullo muy tardía

El Alavés se aprovechó de los errores defensivos del Huesca para marcar tres goles y acabar con la racha de 35 partidos imbatido en El Alcoraz. El equipo estuvo a punto de remontar con el cambio de dibujo táctico de Tevenet y las entradas de Samu, Bambock y Luis Fernández.

Aythami muestra su decepción tras el tercer gol del Alavés, antes de que se produjera la reacción azulgrana.
Aythami muestra su decepción tras el tercer gol del Alavés, antes de que se produjera la reacción azulgrana.
rafael gobantes

La SD Huesca pagó ayer los errores de un recién ascendido y en su regreso a Segunda dos años después sufrió una ajustada derrota en casa ante el Alavés, cuyo mayor oficio le sirvió para llevarse los tres primeros puntos y poner fin a la histórica racha de 35 partidos en liga que los oscenses llevaban imbatidos en El Alcoraz.


En la recta final, con un 0-3 que parecía dejar sentenciado el partido, los azulgrana sacaron su orgullo y reaccionaron con dos golazos de Samu Sáiz y Christian Fernández. Héctor tuvo el empate en sus botas en el tiempo añadido, pero no culminó la remontada. Aun así, la afición despidió al equipo con una ovación.


Tevenet despejó la incógnita de la portería en favor de la veteranía del argentino Leo Franco, que cumplió con creces ya que en ninguno de los tres goles pudo hacer nada y, además, tuvo varias intervenciones de mérito.


El resto del once fue el esperado ya que la baja por lesión de Tyronne dio entrada a José Gaspar mientras que Héctor Figueroa salió como referencia en el ataque dejando en el banquillo a otro recién llegado, Luis Fernández, que salió en la segunda parte dejando buenas sensaciones.


Tres saques de esquina seguidos del Alavés los primeros tres minutos del partido no hacían presagiar nada bueno y así fue ya que en el minuto 5, cuando algunos aficionados oscenses aún caminaban por el cerro de San Jorge camino de El Alcoraz, los vitorianos cantaron su primer gol. Un disparo seco de Kiko Femenía desde la frontal se coló en la portería azulgrana lamiendo el poste sin que la estirada de Leo Franco fuese suficiente.


El tanto desorientó aún más a los oscenses, que en los primeros minutos fueron incapaces de hacer combinaciones por la presión del Alavés. Figueroa daba algo de respiro cuando bajaba los balones de espaldas, pero el Huesca no era capaz de crear peligro.


Tevenet había advertido a sus pupilos de que el juego aéreo era uno de los puntos fuerte del Alavés y a fe que lo demostraron sobre El Alcoraz ya que se llevaron prácticamente todos los balones por alto, especialmente el experimentado Gaizka Toquero.


Las bandas oscenses estaban casi desaparecidas y el técnico de la SD Huesca hizo que Gaspar y Machis intercambiaran sus posiciones en busca de algún tipo de revulsivo. Y surtió algo de efecto ya que después de que Leo Franco despejara una gran falta de Mora, los azulgrana parecieron despertar y llegaron sus mejores minutos. Primero con un gran disparo de falta de Gaspar que Pacheco sacó junto al poste y dos minutos después con otra ocasión de Camacho, cuyo disparo se fue a la red, pero por fuera.


En el 35 llegó la gran ocasión del Huesca en la primera parte. El capitán centró desde la banda derecha y Figueroa remató solo en el área pequeña pero su cabezazo fue centrado y el guardameta vitoriano lo atajó sin problemas. Luego llegó otro susto en la portería oscense con un remate en plancha de Toquero que Leo Franco blocó con el cuerpo.


Tras el paso por vestuarios, el Huesca salió con mejor actitud y las fuerzas se equilibraron en los primeros minutos. Sin embargo, el Alavés aumento distancias en el minuto 58 con un gol de Juli tras un error defensivo de Aythami. Tevenet movió el banquillo dando entrada a Bambock por Ros y a Luis Fernández por Gaspar, pero otro error oscense dejó en bandeja el tercero a Guichón.


Quedaban poco más de 20 minutos y Samu entró por Machis. El centrocampista cedido por el Atlético de Madrid revolucionó el partido ayudado por el cambio de dibujo táctico que ordenó Tevenet poniendo tres centrales –Manolo entre ellos–, con los dos laterales jugando casi de extremos y dos delanteros centros. En el 75 se inventó una espectacular vaselina que batió a Pacheco.


El equipo creyó en sí mismo y se fue arriba. Y diez minutos después, Christian cazó un córner y su espectacular cabezazo se coló por la escuadra de la portería del Alavés. La afición sintió entonces también que la remontada era posible. Ya en el descuento, Figueroa tuvo el empate tras una gran jugada de Bambock. Los oscenses no se llevaron ningún punto de premio, pero sí los aplausos por su pundonor.

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