El Barça quiere ajustar cuentas en Bilbao

El conjunto catalán, mermado por las bajas, se enfrenta por tercera vez en diez días al Athletic, que le quitó la Supercopa.

Luis Suárez, Leo Messi y Neymar –que no ha viajado a Bilbao–, en el entrenamiento de ayer.
Luis Suárez, Leo Messi y Neymar –que no ha viajado a Bilbao–, en el entrenamiento de ayer.
JOSEP LAGO/afp

Neymar, que reapareció antes en un torneo internacional de póker en el Casino de Barcelona que en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí, ya se entrena a las órdenes de Luis Enrique tras superar sus paperas y el período preventivo impuesto por los médicos para evitar contagios en la plantilla. Sin embargo, debilitado físicamente por la enfermedad, reaparecerá ante el Málaga, en la segunda jornada, y se pierde el estreno en San Mamés, donde le tenían ganas por su filigrana en la final de Copa que se interpretó como una falta de respeto. La afición rojiblanca ya no le pudo mostrar su odio en la Supercopa de España hace una semana, el día del sonrojante 4-0 favorable al Athletic, un resultado que el Barça no pudo remontar en la vuelta (1-1) y un título perdido que marcará este debut.


Al igual que Neymar, también Jordi Alba se perdió las dos Supercopas, la de Europa conquistada ante el Sevilla y la de España, debido a una lesión muscular que sufrió en el Trofeo Joan Gamper. El lateral zurdo sí recibió el alta médica y entró en la convocatoria, pero con un único entrenamiento en las piernas y tan justo que no es segura su titularidad teniendo en cuenta que tiene precedentes de recaídas debido a su explosividad. El problema para Luis Enrique es que no puede elegir demasiado debido a las bajas de cuatro defensas: los lesionados Douglas y Adriano y los sancionados Piqué y Mathieu. Además, Aleix Vidal, como Arda Turan, no podrá jugar hasta enero. Sólo tiene cinco zagueros disponibles: Alves, Bartra, Mascherano, Vermaelen y Alba. Incluso para completar la lista el técnico se lleva a dos jugadores del filial, aunque sorprendentemente ninguno de ellos es defensa: el mediocentro Gerard Gumbau y el interior o mediapunta Juan Cámara. No se descarta algún reciclaje inesperado.


Si antes de la ida de la Supercopa de España el Barça llegó mermado físicamente debido a que tres días antes disputó 120 minutos de la Supercopa de Europa, con un regreso nocturno de casi cinco horas desde Georgia y un entrenamiento de estiramientos previo a la visita a Bilbao, ahora el perjudicado por el calendario es el Athletic, que el jueves jugó en Eslovaquia la ida de la previa de la Europa League. Aunque Ernesto Valverde hizo rotaciones, el partido no fue cómodo (derrota 3-2), se lesionó Williams, también hubo viaje y una ruptura en el ritmo de entrenamientos que en pretemporada afecta más que en otro momento.


Por todo ello Luis Enrique admite que "las circunstancias son ahora distintas". "Ahora nos son más favorables. Llegamos más frescos. Lo del viaje de Tiflis no fue una excusa, pero condiciona. Ahora estamos donde queríamos estar en lo referente a la preparación", reconoció. El técnico del Barça incluso aceptó el papel de favorito en la Liga: "Porque somos los actuales campeones. Si el año pasado dije que el favorito era el Atlético como campeón, ahora tengo que decir que somos nosotros". Las bajas, sumadas al precedente de la superioridad del Athletic en la Supercopa, no le preocupan más de la cuenta "porque lo que pase en las primeras jornadas no será determinante en un torneo tan largo, pero mejor arrancar ganando que con un traspiés".


Respecto a la marcha de Pedro al Chelsea, el asturiano admitió: "Estamos valorando la posibilidad de fichar. Tenemos tiempo para pensarlo, porque aunque llegara alguien ahora no podría jugar hasta enero. Podría venir más tarde".


Por su parte, Ernesto Valverde entregó el favoritismo al rival, pero no renunció a un buen resultado. "El Barça es el campeón y el gran favorito. Demostramos que podemos hacerles daño, pero no será fácil", señaló ayer.

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