Sallent se vuelca en el 15º aniversario del atentado de ETA
Vecinos, familiares y compañeros de los dos guardias asesinados volvieron a rendirles ayer un sentido homenaje.
En recuerdo a los dos jóvenes, se celebró una misa, oficiada por el obispo de Jaca y de Huesca, Julián Ruiz, que se dirigió a los familiares y destacó "el respeto y admiración que sentimos hacia vosotros por seguir adelante con dignidad y valentía".
Entre emotivos aplausos se llevó a cabo luego una ofrenda floral en la plaza de Valle de Tena, el lugar donde se produjo el atentado, que culminó con gritos de "¡Viva la Guardia Civil!" y el canto del himno. Fue un momento duro para las familias que estuvieron en todo momento arropadas por amigos y vecinos.
Al acto asistieron distintas autoridades pertenecientes a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, el alcalde de Sallent, Jesús Gericó, y el delegado de Gobierno, Gustavo Alcalde, quien subrayó que "Irene y José Ángel siguen con nosotros. Dieron su vida por defender la libertad de todos y tenemos que estar con las familias a las que transmitimos todo nuestro apoyo".
Alcalde fue muy contundente afirmando que "aunque la situación ha mejorado y eso es motivo de satisfacción, hay que recordar que ETA aún no ha entregado las armas. Ha parado de matar porque ahora no tiene capacidad pero hay que estar siempre vigilantes hacia ese terrorismo antiguo y también a las nuevas modalidades como el yihadista".
Por su parte, Jesús Gericó remarcó que "ha pasado mucho tiempo pero el recuerdo de ese fatídico 20 de agosto permanece muy vivo entre los vecinos".
También estuvieron presentes miembros de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla La Mancha. Su delegado, Raimundo Platas, resaltó que están a disposición de las familias "porque sin apoyo psicológico es muy difícil salir por muchos años que pasen y la labor de la asociación es fundamental para que sobrelleven una tragedia como esta".