El Real Zaragoza renueva su fe en Primera

Plantilla, cuerpo técnico y directiva realizan la tradicional ofrenda de flores a la Virgen del Pilar, acto que cumplió su 60 aniversario. "Queremos devolver al Real Zaragoza y a nuestra ciudad al ámbito que le corresponde en el fútbol nacional", resalta Lapetra.

El alcalde, Pedro Santisteve, recibió una camiseta del equipo.
El alcalde, Pedro Santisteve, recibió una camiseta del equipo.
j. m. marco

La primera vez que el Real Zaragoza visitó el camarín de la Virgen del Pilar fue en 1955, siendo entonces presidente Cesáreo Alierta Perela. Seis décadas después, el club cumplió con una tradición que se ha convertido en un emotivo encuentro de la familia que forma la institución deportiva. Jugadores, técnicos y directivos hicieron ayer su aparición en la emblemática plaza de la capital aragonesa, aclamados por los aficionados. Todos llegaron cargados de mensajes que conjugan el verbo ilusionar y trasladaron el ambicioso reto marcado para el nuevo curso que comienza este domingo en casa del Mirandés: el ascenso a Primera División. "El equipo viene a la basílica y se pone en manos de la Virgen para que nos ayude en todo lo que sea necesario. Confiamos en nuestro buen hacer en el campo, pero somos conscientes de que esa ayuda la tenemos ahí. La afición está entusiasmada y es muy bonito que se acerque tanta gente a la plaza. A partir de ahora vamos a hacer nuestro trabajo en el campo, que es lo que más nos gusta", resumía el canterano Jesús Vallejo.


El canónigo del Pilar y capellán del club, Juan Antonio Gracia, recibió junto a Ignacio Ruiz, canónigo de La Seo, a las puertas de la Basílica, a los protagonistas de una jornada que anuncia el inicio de una nueva temporada. Pedro, Dorca y Vallejo ejercieron de capitanes y fueron los encargados de portar la cesta floral que depositaron ante la Virgen. La Basílica, abarrotada de hinchas y turistas, que curiosos se preguntaban qué sucedía, quedó en silencio para escuchar al presidente del club, Christian Lapetra, oferente en tan simbólico escenario. "No venimos a pedir victorias, ni favores especiales, ni milagros, pues somos conscientes de que en el deporte, como en cualquier combate de la vida, los triunfos son frutos del esfuerzo personal y colectivo; del sentido de la responsabilidad; de la fidelidad a los compromisos adquiridos", manifestó ante el camarín de la Virgen que, en esta ocasión no lució el manto por ser uno de los tres días al mes (2, 12 y 20) en que se le cambia. Aunque a sus pies descansaba el que dibujaba el escudo del Real Zaragoza, que fue regalado por la entidad en 1982.


En su lectura, Lapetra no renunció a recuperar el espíritu que hizo grande al Real Zaragoza. "Nuestra voluntad es enlazar con los mejores momentos de los tiempos pasados, y volver a vivir aquellas jornadas memorables en las que experimentábamos el orgullo de ser admirados y aplaudidos en los mejores estadios de España y de Europa. Fue un reto malogrado que acariciamos la temporada pasada y que confiamos en alcanzar este año. Nuestra confianza es disfrutar de esa inmensa alegría", desarrolló.


"¡Vamos campeones!" "¡A ver si podemos subir a Primera!", aclamaron los aficionados que esperaban a las puertas del templo, cámara en mano, para captar las mejores instantáneas de sus héroes. "Empezar el curso bendecido por la Virgen del Pilar da mucho ánimo. Estar rodeados de toda esta afición, por la gente que te quiere, y en casa de Dios, nos hace sentirnos orgullosos. Pero también responsables por el objetivo que nos hemos marcado, que es pelear por hacer una gran temporada", comentaba el técnico Ranko Popovic, una de las personas más aclamadas.


Hinchas que se acercaron hasta la Basílica para compartir deseos con el equipo y regalarle ánimos ante el primer duelo que abre este domingo la competición de Segunda División. Ímpetu que demostró Luis Antonio Lezcano, de La Muela, que no logró reunir a todo el grupo para improvisar una jota que cantó emocionado. "Es la Virgen del Pilar la que más altares tiene, que no hay pecho aragonés que en su fondo no la lleve", resonó en la plaza. Lezcano recibió un sonoro aplauso del grupo, que a la una del mediodía se encaminó hacia el Ayuntamiento para recibir el respaldo institucional. Un breve paseo bajo un sol de justicia y al calor de los admiradores, en busca del autógrafo para el recuerdo. Pedro Santisteve ejerció de anfitrión de un club "referencia para todos los zaragozanos", resaltó Lapetra, que no eludió la responsabilidad que han asumido ya antes del comienzo de la competición: "Queremos devolver al Real Zaragoza y a nuestra ciudad al ámbito que le corresponde en el fútbol nacional".

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