Educación impide abrir el colegio Ánfora de Cuarte por deficiencias y recolocará a 165 niños
La promotora y los arquitectos insisten en que la primera fase está lista y niegan que haya riesgos de seguridad. Los padres afectados estudian emprender acciones legales contra la DGA.
La noticia cayó ayer como un jarro de agua fría sobre las familias afectadas, que estudian emprender acciones legales contra la DGA. Por su parte, tanto la cooperativa que promueve las obras como los arquitectos encargados del proyecto insisten en que la primera fase está lista para ser utilizada y niegan que haya riesgos de seguridad. Y añaden que los argumentos de Educación son "inciertos y falsos".
El informe técnico facilitado por la DGA detalla que tanto en el edificio de aulas como en el gimnasio faltan remates y existen numerosos trabajos pendientes y algunos desperfectos. El informe recoge también "que no están ejecutadas las medidas de seguridad necesarias que permitan compatibilizar el curso escolar con los trabajos de construcción". Y en este caso detalla la falta de un vallado rígido que delimite todo el contorno, así como que no se ha cumplido la obligación de retirar las dos grúas. Asimismo, recuerdan que la Administración nunca debería haber permitido que se concediera un concierto sin que estuvieran terminadas las instalaciones, una decisión que califican de "inédita" en Aragón y recalcan que el hecho de que el suelo donde se construye el centro no sea propiedad de los promotores (es de la empresa Yehrec Aragonesa), "podría derivar en responsabilidades económicas al Departamento".
Por su parte, desde el estudio de arquitectura Ingennus que emitió el certificado de fin de obra de la primera fase lamentaron que esta decisión de la DGA "cuestione" su profesionalidad. A través del certificado, ellos garantizaron que se han cumplido los requisitos acordados con el anterior Ejecutivo y recalcan que, a día de hoy, solo quedan "repasos y detalles de pintura que en ningún caso ponen en jaque su funcionamiento como colegio". Representantes del colegio especificaron que se había establecido un plan de seguridad que, entre otras cosas, incluía un doble vallado y la modificación de accesos y áreas de juego "para la absoluta separación entre las zonas de obra y de uso educativo".
Además, a los alumnos que procedían de otros colegios se les ofrecerá que vuelvan a su anterior centro. Aunque aquí las familias tienen la incertidumbre de si esas plazas no estarán ya cubiertas y la ratio impedirá que se incorporen. Será la comisión de garantías la que estudie cada caso.
El portavoz del Ampa del Ánfora, Fernando Benito, calificó la situación de "vergonzosa" e indicó que han puesto el tema en manos de un abogado. Criticó también que no hayan sido invitados a la comisión de garantías y que no hayan tenido comunicación oficial de la resolución de la DGA.
Fuentes del Ejecutivo explicaron que a 20 días para el comienzo del curso es imposible dar una prórroga para que se subsanen las deficiencias. No obstante, en los próximos meses podrían corregirse los problemas y volver a solicitar la autorización como centro y, después, su concierto.
La federación de padres de la escuela pública (Fapar) se mostró satisfecha, ya que siempre estuvo en contra de que se quisiera concertar un colegio que no estaba ni construido. A pesar de todo, recuerdan que urge la apertura del Cuarte III para aliviar la "masificación" de esta zona escolar.