El 30% de los pisos alquilados en capital y provincia se ceden sin firmar contrato

Es "obligatorio" y "conveniente", pero no todos firman uno. Alrededor del 30% de las viviendas en alquiler de Soria se ceden sin contrato. Se trata de una estimación extrapolable a capital y provincia que "se mantiene" pese a la crisis. Nieves Alcalde, secretaria de la Cámara de la Propiedad, asegura que Soria es "bastante más cumplidora" que otras provincias. Aunque hay gente que lo quiere hacerlo bien "sí o sí" existe un porcentaje que incumple sistemáticamente la normativa para eludir a Hacienda. El sector estudiantes es, a su juicio, uno de los más legales. "Necesitan un contrato firmado con fianza y todos los sacramentos para poder acceder a becas", explicó. También cumplen quienes quieren acceder a ayudas de la Junta, ligadas a las circunstancias de los inquilinos.

El porcentaje exacto es "imposible" de determinar, ya que el Ejecutivo regional apenas realiza inspecciones en este sentido. "La única forma de hacer cumplir a la gente es amenazar con sanciones", afirmó Alcalde. A su juicio, quien incumple "perjudica siempre al que cumple". "Si todos hicieran bien las cosas habría la mitad de problemas", admitió. Este obstáculo hace que se deje de recaudar "mucho dinero". Es, no obstante, un mal común que afecta "a toda España". "Es un suma y sigue. No se deposita fianza, el dinero no se declara… No hay control", lamentó. Ella aboga por "una mayor vigilancia". Los infractores son, sobre todo, "inquilinos no susceptibles de ayudas".

Las de la Junta, que cubren un 30% de la renta, "sin que pueda exceder de 1.710 euros anuales", están sujetas a seis requisitos. La convocatoria de 2014 exige que los solicitantes sean titulares de un contrato de arrendamiento de vivienda. Se pide, asimismo, "que la vivienda arrendada constituya la residencia habitual y permanente del arrendatario", hecho que se comprobará "con el certificado de empadronamiento que acredite a fecha de presentación de la solicitud". Los interesados han de "poseer la nacionalidad española, o la de alguno de los Estados miembros de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo". El Ejecutivo regional obliga a que "los ingresos de las personas que tengan su domicilio habitual y permanente en la vivienda arrendada, consten o no como titulares del contrato de arrendamiento, sean superiores a 1 vez el IPREM sin corregir e inferiores a 2,5 veces el IPREM corregido". También han de ser "inferiores al límite máximo de ingresos de la unidad de convivencia". Se exige, por otra parte, que la renta de la vivienda objeto del contrato de arrendamiento sea "igual o inferior a la cantidad en euros mensuales" que se indica en cada convocatoria.

No se concederán ayudas a quienes sean "propietarios o usufructuarios de alguna vivienda en España". Tampoco a aquellos que "tengan parentesco en primer o segundo grado de consanguinidad o de afinidad con el arrendador de la vivienda". Quedan excluidos, asimismo, "socios o partícipes de la persona física o jurídica que actúe como arrendador".

Los mayores quebraderos de cabeza, indicó Alcalde, suelen darlos quienes no entran en estos supuestos, ya que "suele darles igual que el contrato esté o no bien hecho". El verdadero problema, recordó, es que "todo lo que no está escrito hay que presumirlo". "Si teniendo un documento ya hay problemas, imagínate si no lo hay. Si las cosas van bien sobra todo, pero si no hay que tener una base", manifestó.

Ella es partidaria de firmar un contrato "siempre", aunque sea "el peor hecho". "Así tienes algo a lo que atenerte. Si no, no hay nada en firme que fije la renta pactada, quién asume los gastos de comunidad o cuál es su validez", detalló. También es "imprescindible" en caso de que haya que ir a juicio. "Puede que haya que reclamar por la renta, los desperfectos… Quien no firma uno puede terminar lamentándolo", expuso. El movimiento en la Cámara de la Propiedad es "parecido" al de antes de la crisis. La coyuntura se está notando, sobre todo, "en los precios". Las próximas serán semanas de "bastante ajetreo", ya que será entonces cuando los estudiantes universitarios comiencen a buscar piso y a alquilar.