De nada le han servido sus disculpas en las redes sociales 24 horas después del enfrentamiento ni las alegaciones de su club, porque el juez de Competición ha empleado la pena más leve para los que incumplen el artículo 94 del Código Disciplinario de la Federación Española de Fútbol (FEF), que castiga con hasta doce partidos "insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro principal, asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas".

El motivo por el que futbolista catalán ha sido sancionado han sido sus palabras. Según el acta arbitral, fue expulsado en el minuto 55 de partido "por gritar a un árbitro asistente: ‘Me cago en tu puta madre’", tras protestar que el árbitro madrileño Carlos Velasco Carballo no indicase un fuera de juego en un pase a Aduriz. "Quiero pedir disculpas porque la actitud con la que protesté al linier no fue la correcta. Sin embargo, en ningún momento empleé ningún tipo de insulto hacia su persona", aseguró Piqué.

Los argumentos del club y del futbolista no han convencido al juez único de Competición. "Por más que trate de negar la evidencia con endebles argumentos sobre la literalidad de la frase que, según su versión, espeta el jugador o la hipotética interpretación contextual que haya que concederse al uso de lo que, también según el recurrente, se trataría de una ‘expresión muy típica catalana’ para ‘dar más enfasis a la frase anterior para expresar disconformidad o enfado’, que dice haber utilizado el jugador (castellanizando "la puta madre" en su traducción del catalán "la puta mare"), no cabe duda de que tales alegaciones no pasan de ser una cortina de humo ante un meridiano insulto y consiguiente falta de respeto a uno de los componentes del equipo arbitral", sentencia la resolución.

Se da el caso de que Piqué fue expulsado por el mismo árbitro en la temporada 2011-12 en un partido entre el Barcelona y el Sporting de Gijón. Entonces el azulgrana denunció que estaba planeado. No obstante, los castigos a Piqué por sus excesos verbales no se limitan a los campos de fútbol. En 2015 fue condenado por un juzgado a pagar 10.500 euros por por una falta contra el orden público por ofensa a los agentes de la autoridad que habían multado a su hermano por estacionar en un lugar inadecuado.

En las grabaciones de los testigos se observó al central exclamar a los efectivos de la Guardia Urbana: "Me estáis multando porque vais a comisión, porque no tenéis dinero y os tenéis que llevar comisión", "esta denuncia va a quedar en nada porque llamo a tu capo y me la quita", "voy a hablar con tus jefes y se te va a caer el pelo", "sois unos chulos y os creéis los amos del mundo por llevar ese uniforme y multar a la gente", "esta multa la va a pagar tu padre" o "me da asco vuestro trabajo y la Guardia Urbana es una puta vergüenza".

La sanción, que puede ser apelada, supone un contratiempo para el Barcelona en el terreno deportivo. Si no prosperan las reclamaciones azulgranas el futbolista se perderá la visita al Athletic y al Atlético de Madrid, así como los encuentros en el Camp Nou frente al Málaga y al Levante. Además, la primera ausencia coincidirá con las bajas en San Mamés de los lesionados Adriano, Jordi Alba y Douglas, además del también sancionado Mathieu. Javier Mascherano parece un fijo para ocupar la posición de centra. A su lado se ofrecen como candidatos el canterano Marc Bartra y Vermaelen –lesionado durante toda la última temporada–.