4.700 agricultores dejan de cobrar la PAC desde 2013 con el nuevo sistema

Los sindicatos agrarios esperaban que los nuevos requisitos restringieran más el acceso a los pagos para primar a los agricultores profesionales.

Campo de cereal de la comarca de la Hoya de Huesca
Campo de cereal de la comarca de la Hoya de Huesca
Doblestudio

Tras multitud de idas y venidas, la reforma de la Política Agraria Común parece haberse quedado a medio camino de uno de sus principales objetivos: focalizar las ayudas en los agricultores profesionales y poner coto a los llamados 'agricultores de sofá', aquellos que seguían cobrando las ayudas europeas sin apenas sacar rendimiento a la tierra e incluso, en algunos casos, sin trabajarla.


Según los datos facilitados por la DGA, para esta campaña -la primera con la nueva PAC en vigor- el número de solicitudes conjuntas recibidas en Aragón ha ascendido hasta las 49.720, apenas 600 menos que las que se recibieron el año pasado y 4.670 menos que las tramitadas en 2013, año en el que a la vista de las futuras restricciones se dispararon las cesiones de derechos de ayudas entre los propietarios que corrían el riesgo de no cumplir con las nuevas exigencias, que en un principio iban a restringir los pagos a todo aquel que no obtuviera al menos un 20% de su renta de todo lo que ingresa por sus tierras o explotaciones.


Aunque es previsible que de las casi 50.000 solicitudes de este año otra pequeña parte acaben sin recibir ayudas cuando se finalice el periodo de revisión, para los sindicatos agrarios el panorama es evidente. “La nueva reforma de la PAC ha sido un auténtico fracaso”, señala José Manuel Penella, secretario general de UAGA, quien cree que las restricciones se han ido diluyendo hasta convertirse en una continuación de la anterior.


Para él, existe un margen muy amplio entre los apenas 20.000 agricultores dados de alta que cotizan en el régimen agrario y el número de perceptores finales. Además, a finales del año pasado, el Ministerio, a instancias de Europa, suavizaba varias medidas encaminadas a potenciar la figura del agricultor activo cambiando el requisito de ingresos mínimos por el de mantener la explotación en buenas condiciones. “Al final lo que se hace es perpetuar las diferencias que perjudican la entrada de agricultores jóvenes o que hemos visto aquí en Aragón con el caso de Teruel”, comenta Penella.


En la misma línea mantienen su discurso desde la Unión de Pequeños Agricultores. “No supone una bajada significativa en el número de solicitantes después de todo lo que se presuponía que iba a conllevar esta nueva PAC”, señala José Manuel Roche, secretario general de la organización, donde se recalca que el fundamento de la reforma pasaba porque las ayudas se concentraran en los agricultores profesionales.


Por su parte, desde Asaja, la lectura que se hace es que el escaso descenso de este año corresponde más a las salidas propias de jubilaciones y la entrada de nuevos productores. No obstante, también se hace hincapié en que la reforma de la PAC no ha conseguido acabar con las diferencias que se arrastraban en los últimos años debido a las referencias históricas o las diferencias en las ayudas que han perjudicado a Teruel. “No podemos estar pagando a gente que tenía las ovejas hace años y mantiene los derechos, pero para eso hay que mojarse y desde el punto de vista del Ministerio es muy sencillo conformarse con mantener el presupuesto de los años anteriores, aunque esté mal repartido”, explica José Manuel Cebollada, presidente de Asaja en Aragón.126 perceptores de la PAC cobran más de 100.000 euros en ayudas en Aragón


Ante todo esto, las asociaciones agrarias coinciden en la necesidad de empezar a explorar desde ahora nuevas modificaciones que primen la productividad y repartan en mejor forma los fondos europeos.


No en vano, algunos señalan que lo que de verdad está en juego es la imagen del sector ante la opinión pública. “Tenemos que pelear por dignificar la profesión de agricultor, que es vital además para el desarrollo rural; y para eso tenemos que desprendernos de los 'caza-primas' y la imagen de que la PAC es un continuo goteo de ayudas que no se saben muy bien dónde acaban”, señala Penella, que pone como ejemplo que mientras en España -que recibirá más de 5.000 millones anuales hasta 2020- reparte sus ayudas entre unos 880.000 beneficiarios, en Francia solo se divide la PAC entre 390.000 agricultores.


Una muestra más de ello son las enormes diferencias que pueden encontrarse entre los distintos beneficiarios de Aragón. El año pasado la Comisión Europea obligó a los países miembros a publicar la distribución de las ayudas derivadas de la Política Agraria Común, una medida que reveló que solo en la Comunidad hay 126 empresas, instituciones y particulares que el año pasado recibieron más de 100.000 euros únicamente en concepto de pago único.


Una lista que estaba encabezada por la propia DGA y la empresa pública Sarga -que recibieron más de 4 millones en ayudas cada uno- pero que también componen empresas o ayuntamientos, además de una veintena de personas físicas que multiplicaban por diez la cantidad que de media reciben los agricultores y ganaderos aragoneses, que el año pasado se encuadró en unos 8.600 euros.

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