El Museo de Origami sumerge al visitante en el fondo marino de Vincent Floderer

Una nueva sala mantendrá durante casi un año las obras creadas por el francés, padre de una original técnica de papiroflexia que utiliza el papel arrugado.

La nueva sala del Museo de Origami recrea un fondo marino, con peces y corales, todo ello realizado con papel.
La nueva sala del Museo de Origami recrea un fondo marino, con peces y corales, todo ello realizado con papel.
josé miguel marco

El Museo de Origami del Centro de Historias de Zaragoza ha ampliado su oferta expositiva con una sala dedicada al francés Vincent Floderer, creador de la técnica del papel arrugado, que sumerge al visitante en las profundidades marinas con una sucesión de corales y peces creados con originales modelos de papiroflexia.


El director del museo, Jorge Pardo, explica que "este contenido se creó expresamente para una muestra que organizamos en 2013", unos meses antes de la apertura oficial de este espacio, único en su género en Europa. En aquel momento, Floderer trajo la producción experimental del equipo Crimp (Le Centre de Recherche International de Modélisation par le Pli), una asociación francesa que entiende la papiroflexia a partir de la técnica del arrugado. El arrecife y la cueva creadas para esa ocasión se han adaptado ahora a una sala que dará protagonismo a "las figuras orgánicas", que son el fruto de largas jornadas de trabajo. El objetivo es producir modelos que siguen los patrones de la biología.


Pardo adelanta que los visitantes podrán contemplar estas complicadas representaciones "con unas luces azules que aluden al océano", junto a una proyección y a una música ambiental que sugiere el sonido marítimo. El montaje tendrá una duración superior a los tres meses que suelen permanecer las muestras temporales: "Queremos que esté abierto entre nueve meses y un año". Durante este tiempo, el contenido irá rotando, de manera que se exhibirán distintas piezas de Floderer, que viajó la semana pasada a Zaragoza para participar en la instalación.


El director del Museo de Origami de la capital aragonesa, que también forma parte de este colectivo dedicado al papel arrugado, traslada algunos secretos de esta técnica: "Se parte de un papel liso fino. Primero, se pliega con el proceso normal de papiroflexia hasta obtener una estructura y, después, se empieza a arrugar de manera especial". No se hace al azar, "sino con un patrón determinado". Es un trabajo "muy largo" porque el material "se humedece, se estira y se deja secar". El resultado final permite crear formas orgánicas que resultan llamativas y sorprendentes.

Más de 50.000 visitantes

La Escuela Museo de Origami de Zaragoza, ubicada en el Centro de Historias, alcanzó ayer los 50.000 visitantes con la llegada de cuatro turistas procedentes de Versalles (Francia) desde su apertura en diciembre de 2013. Quienes acceden ahora a este espacio cultural pueden conocer la historia y las técnicas del origami y recorrer, al mismo tiempo, la muestra ‘Papiroflexia en España’, que hasta mediados de septiembre reúne 200 creaciones de más de 40 artistas.


Su programación continuará con la inauguración el próximo 19 de septiembre de una exposición en homenaje al artista francés Eric Joisel, del que se cumplen ahora cinco años de su muerte, y que fue "uno de los maestros europeos". Según recordó Jorge Pardo, entre marzo y junio de 2013 se exhibieron trabajos de Vincent Floderer y de Joisel. Una coincidencia que volverá a repetirse.

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