No hay sexto malo. Tachenko nació en 2002 con la firme convicción de hacer canciones hermosas, aunque para ello tuvieran que desafiar a Sancho Panza y su arsenal refranero... o inventar refranes propios. El próximo 11 de septiembre, la banda zaragozana lanzará al mercado ‘El comportamiento privado’, un álbum de 10 canciones que edita nuevamente el sello Limbo Starr, con ilustraciones de Gema Rupérez y fotografías de Gustaff Choos; el trabajo, afortunadamente, suena a Tachenko. Esto no quiere decir que sea más de lo mismo, ya que el desafío a los axiomas continúa. Si algo funciona y entiendes que necesita un cambio ponderado, cariñoso, cámbialo. Eso mismo ha hecho el ahora quinteto, con un protagonismo creciente de las guitarras y renovada habilidad para repartir caramelos de hiel en envoltorio de colores.

Tachenko ha consolidado ya la alineación que viene presentando el último año y medio, con los habituales Sergio Vinadé, Sebas Puente y Alfonso Luna, más Rafa Domínguez (teclado, guitarras, coros) y Libi García (bajo). Vinadé está satisfecho con la capacidad del grupo para dar forma a las canciones, que se acercan a la realidad de un modo muy peculiar. "Las letras de Sebas van donde van, son flechas que llegan adentro, metáforas más profundas de lo que parece a primera vista. Se nos ha tachado mucho de blandos por hacer pop: somos lo que somos, pero nos gusta ese punto realista de nuestras canciones, que aporta mucho a la esencia del grupo".

Esta grabación, que se ha desarrollado en La Cafetera Atómica de Las Armas con el propio Domínguez como productor principal, ha sido distinta a las anteriores de Tachenko. "No teníamos mucho tiempo -apunta Vinadé- así que nos organizamos para hacer las canciones de dos en dos y tratarlas de forma independiente. Resulta que así les hemos sacado más partido: el disco ha llegado a un sitio nuevo, hay más variedad y riqueza".

Las guitarras han ganado protagonismo en todo el disco. "Rafa tiene muchas cualidades, y una de las más destacadas es que hace sonar las guitarras maravillosamente. Además, nunca habíamos utilizado la Fender Telecaster, por ejemplo, ni tampoco una de doce cuerdas, que nos ha prestado Pedro Vizcaíno. También hay una Gibson 335 y muchas acústicas".

Las diez canciones son un viaje con paradas y saltos atemporales, y a pesar de la heterogeneidad temática y sonora, subyace una coherencia en toda la obra. ‘Mentes maravillosas’ fue el primer adelanto en abril, con vídeo de Ignacio Bernal, y luego se aireó ‘Declaración universal’ a finales de junio.

Hay material para elegir. Vinadé se atreve a dar sus favoritas, aunque puntualiza que la cosa puede cambiar. "Te digo ahora unas y la semana que viene igual son otras, pero ‘Declaración universal’, por ejemplo, me encanta. También ‘Fuego’, que cierra el disco, y ‘Otras vidas’, que empieza muy suave y acaba en descarga. Bueno, y ‘No tenemos nombre’, que quizá es mi favorita. Lanzamos primero otras dos porque las teníamos más acabadas y habíamos decidido trabajar como te comentaba antes, en bloques. Creímos que era una buena forma de dar a conocer el trabajo".

Además de las favoritas de Vinadé a día de hoy, el disco esconde varias gemas. ‘Midas’, por ejemplo, tiene versos que desarman como ‘Yo que acabé cansado del oro/me equivoqué con total exactitud/para al final ser como tú, ser como tú’. ‘Estilo internacional’ deja un poso somarda que no necesita de crudeza para revolver las entrañas, ‘Más madera’ es un oda al desahogo y el miedo a dar un golpe de timón, y la mentada ‘Fuego’ suena a bofetada sin manos dirigida a los postureros de este mundo:‘Llevas tiempo buscando risas fáciles/y he buscado otro sitio para ti/Ya no es nuevo que brilles cada atardecer/no hay nada nuevo en que pidas fuego’.

Tachenko está pergeñando la gira y ya hay tres fechas confirmadas. La primera será el 9 de octubre en Madrid (sala Sol). Al día siguiente, el grupo tocará en Toledo, y el 7 de noviembre será la cita con Zaragoza en Las Armas.