Athletic-Barça, primer asalto a la Supercopa
San Mamés abre hoy la lucha por un título marcado por el cansancio físico azulgrana y la motivación de los leones.
Las secuelas físicas de una pretemporada tan dura son lógicas y se reflejan en los problemas que arrastran ambos equipos, que se añaden a otros contratiempos anteriores. Entre unas cosas u otras, el Athletic no podrá contar con Iñaki Williams, Mikel Rico, Ander Iturraspe, Iker Muniain y Jonás Ramalho, mientras en el Barça son baja Jordi Alba, Douglas y Neymar, además de los no inscritos por la sanción de la FIFA al club: Arda Turan, que además está lesionado, y Aleix Vidal.
El Athletic, que participa como finalista de la Copa del Rey que perdió ante el Barça en el Camp Nou (3-1) debido a que el conjunto azulgrana hizo doblete al conquistar también la Liga, intentará vengarse de aquel palo sufrido ante su incondicional afición, que se desplazó en masa a Barcelona. Leo Messi y sus compañeros le han privado de ganar cuatro títulos en seis años: las Copas del Rey de 2009, 2012 y 2015, además de la Supercopa de 2009, cinco partidos oficiales en total en los que el delantero argentino ha logrado seis goles. Sólo dejó de marcar en la ida de la Supercopa de España de 2009 en San Mamés (1-2) y fue sencillamente porque aquel día no jugó.
Con semejantes precedentes, es normal que Ernesto Valverde busque fórmulas para frenar a Messi. En la última final de Copa inventó el marcaje individual de Balenziaga, que sólo sirvió para extramotivar al 10, autor de un doblete y del gol del año que abrió la victoria (3-1). Se supone que Luis Enrique le alineará en San Mamés, pero no dará la convocatoria hasta la mañana del partido antes de la salida del avión a Bilbao. Antes de los 120 minutos en Tiflis sólo había disputado una hora en el Gamper ante la Roma.
Y ojo con los desaguisados, que el Barça no está dando imagen de solvencia desde que comenzó la pretemporada. "No considero que el Barça esté flojo en defensa, salvo fallos puntuales. Y en ataque parecen tanto o más entonados que el año pasado", cree Susaeta.
El Barcelona encajó ocho goles en los cuatro partidos amistosos de la Internacional Champions Cup, logró mantener la portería a cero ante la Roma en el Gamper, pero lo compensó recibiendo cuatro dianas del Sevilla para mantener una anormal media de dos goles encajados por partido: doce en seis. Un equipo que durante toda la pasada temporada fue un bloque en el funcionamiento defensivo, ahora da una sorprendente imagen de vulnerabilidad no sólo en acciones a balón parado, sino también en situaciones más habituales del juego. "Fueron despistes tácticos y errores indviduales que tenemos que corregir", reconoce Sergio Busquets, quien espera que "el cansancio se note lo menos posible".
