El Bajo Aragón, donde se forjan las promesas del ciclismo español

Por 32ª vez en su particular historia, concluyó ayer en Caspe la Vuelta Ciclista al Bajo Aragón, el evento anual en categoría cadete en tierras aragonesas del deporte a dos ruedas. Un total de 190 corredores nacionales e internacionales han participado en la edición de 2015 de la ronda bajoaragonesa, que es una de las carreras con mayor peso de la temporada a nivel de formación en España. Los deportistas, repartidos en 28 equipos, recorrieron algo más de 150 kilómetros en un trazado que discurre por el extremo oriental de la provincia de Zaragoza.

Entre el elenco de ciclistas que disputaron la carrera de 2015, hubo una quincena de jóvenes de la tierra en ambas categorías. Todos ellos, inscritos en tres equipos aragoneses: el Oscense, que corrió con el nombre de Selección Aragonesa, el Asesores de Navarra-Bajo Aragón Histórico y el Idecon Monaj EC Zaragoza.

La Vuelta Ciclista al Bajo Aragón ha sido tradicionalmente el espaldarazo para muchos nombres ilustres del ciclismo internacional, como el zaragozano Ángel Vicioso o el biesquense ya retirado Fernando Escartín, tercer clasificado de la ronda gala de 1999. Otros ciclistas de renombre que han pedaleado por estas tierras son los del murciano Luis León Sánchez, que ganó una etapa en el Tour 2012, o el valenciano Rafael Valls, que también estuvo en este Tour con el Cofidis.

Para el Club Ciclista Caspolino, organizador de la Vuelta, el balance de la edición de 2015 es "muy bueno", debido en buena parte al trabajo de los voluntarios en línea de salida, a lo largo de la etapa y en meta. "No ha habido incidencias reseñables, a excepción de las bajas de última hora. Han sido cuatro días excelentes", señala Víctor Monfort, vicepresidente de la entidad.

En la edición que finalizó ayer, el belga Jarne Van de Paar fue el más rápido en categoría masculina. El ciclista del Kon Balen BC fue de menos a más a lo largo de la competición (acabó sexto en la crono del viernes y en la etapa final partía como quinto de la general). De hecho, el poderío belga fue muy reseñable este año, ya que el segundo cajón del podio también lo ocupó un corredor de este país: Davide Bomboi. El catalán Marc Brustenga acabó en tercera posición.

En categoría femenina, la vencedora fue la madrileña Mónica Varas (UC Villa del Prado), que logró imponerse a sus perseguidoras, entre las que se encontraban María Salomé Mazuela y Ariadna Nevado (Asesores de Navarra), vigente campeona regional. Nevado, que comenzó las dos primeras jornadas con sendas victorias en Maella y Caspe, perdió su primera posición de la general en la tercera etapa a favor de Varas, y ya no pudo recuperar el jersey de líder. Finalizó tercera de la general, por detrás de Varas y Mazuela.

Luis Marquina, presidente de la Federación Aragonesa de Ciclismo (FAC), considera "un orgullo para Aragón" el disponer de una Vuelta de esta entidad: "Es la puesta de largo de la cantera ciclista nacional, ya que son chicos y chicas de 15 y 16 años que acaban de salir de las escuelas de formación". Aunque en 2015 se ha registrado un número de corredores similar al de otros años, llama la atención que hubo únicamente ocho chicas entre ellos en la línea de salida del viernes en Maella, cuatro menos que en la Vuelta de 2014. "Hay que tener en cuenta que el ciclismo es de los pocos deportes en que hay competiciones mixtas hasta cadetes", puntualiza el mandatario del organismo aragonés.

La ronda bajoaragonesa nació de la mano del club caspolino con una premisa clara: contribuir a la formación y desarrollo de los deportistas más jóvenes en los valores del esfuerzo, sacrificio y superación, de acuerdo con la propia entidad. La competición se ha hecho después de tres décadas un hueco entre las pruebas de las categorías base del ciclismo nacional, y hoy es una plataforma de lanzamiento para las futuras élites de este deporte.