El fiscal cree que Lacasta hizo quebrar intencionadamente una de sus empresas

Solicita al juez que declare culpable el concurso de acreedores de Sendai Veinte, que adeuda 10,4 millones.

Eduardo Lacasta, en los juzgados de Zaragoza en 2014.
Eduardo Lacasta, en los juzgados de Zaragoza en 2014.
asier alcorta

La Fiscalía ha propuesto al juzgado de lo Mercantil número 1 de Zaragoza que declare culpable el concurso de acreedores de Sendai Veinte, una de las más de 50 empresas de Eduardo Lacasta, dueño del grupo inmobiliario Fincas Atlanta. El Ministerio Público afirma que tanto Lacasta como los administradores José Germán P. L. (su sobrino)y Alfredo L. S. (un albañil que hacía de testaferro) "agravaron" intencionadamente el estado de insolvencia de la sociedad "alzándose" con parte de sus bienes, "ocultando" operaciones y llevando a cabo otras de dudosa legalidad. Por esta razón solicita que se inhabilite a Lacasta para administrar bienes ajenos durante 15 años, plazo que fija en 10 para los otros dos socios, y que paguen los daños causados a los acreedores, que reclaman deudas por valor de 10,4 millones.


El empresario está imputado por la presunta descapitalización fraudulenta de cuatro de sus empresas inmobiliarias: Sendai Veinte, Gestión Colectiva 2000, Puebla Nueva Cincuenta y Xarda Tres. Entre las cuatro (todas en concurso) arrastran una lista de 72 acreedores, entre particulares, empresas, bancos y administraciones públicas, a los que se adeudan más de 45 millones de euros. De las cuatro, el juez declaró fortuito el concurso de Gestión Colectiva, que dejó un agujero de 21 millones, después de que el administrador concursal no presentara a tiempo el informe y el del fiscal fuera inconsistente y poco fundamentado. En cuanto a Xarda Tres, el Ministerio Público pidió su calificación de culpable por haber maquillado las cuentas.


Ahora, respecto a Sendai Veinte, el fiscal dice que Lacasta y sus socios cometieron "irregularidades" contables con ánimo de dar una "imagen distorsionada" de la empresa. En concreto, comunicó activos por 4 millones de euros y deudas por 4,6, cifras que en realidad, según los informes del administrador concursal, ascienden a 6,2 millones y 10,4, respectivamente. Lacasta informó de que tenía 12 acreedores cuando el administrador dice que son 23.


Según sus conclusiones, en las cuentas que presentaron en el Registro Mercantil, Lacasta y sus socios no reflejaron la imagen fiel de la empresa y entregaron información incompleta a la Administración concursal, de forma que esta tuvo que acudir a la Agencia Tributaria, a la Tesorería de la Seguridad Social y a los juzgados para encontrarla.


El fiscal aprecia que existe "dolo o culpa grave" por no presentar el concurso en el momento en que fueron conscientes de la situación de insolvencia –sobre el primer trimestre de 2010– y porque en la cuenta de caja no se refleja la "realidad" ni de las ventas de fincas y ni de las subrogaciones de hipotecas. Reprocha que hicieron operaciones "dudosas" con empresas vinculadas al propio Lacasta y sus socios en las que Sendai actuaba como prestamista del resto del grupo inmobiliario Atlanta. Así, afirma, que se efectuaron múltiples anulaciones contables de deudas de Sendai, intentaron ocultar movimientos y no llevaron una contabilidad ordenada desde 2009.

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