El tráfico ferroviario estará interrumpido una semana por obras en un tramo de 350 metros

Los trabajos afectan a la zona de Caparrates y obligan desde ayer a hacer traslados en autobús. Los sindicatos y trabajadores califican el proyecto de "parcheo".

La línea ferroviaria Teruel-Valencia, en un pequeño tramo de 350 metros de longitud, permanece cortada desde ayer por la noche a causa de los trabajos que ADIF está realizando en la plataforma de la vía para evitar los deslizamientos que venía sufriendo el terraplén en los últimos años y que ocasionaba problemas en el trayecto de los trenes. Al mismo tiempo, permitirá eliminar una de las dos limitaciones de velocidad de 20 kilómetro a la hora que pesan sobre ese mismo tramo.


Los viajeros que tomaron el último tren de la tarde en Valencia ya tuvieron que ser trasladados ayer, sobre las diez de la noche, en autobús desde el Puerto de Escandón hasta la ciudad de Teruel, como final del trayecto.


El corte de la línea se prolongará hasta el día 10 y, según fuentes de ADIF, se debe a la ejecución de las obras, que ya se iniciaron la semana pasada en la plataforma. En esta parte del recorrido se llevarán a cabo operaciones de retirada de las traviesas y balasto, así como excavaciones y trabajos de rebaje. El proyecto, cuyo importe asciende a 373.649 euros, también incluye la construcción de una zanja de drenaje y una geomalla de protección en el terraplén. Según las mismas fuentes, esta actuación "facilitará la optimización de los costes de mantenimiento y reducirá la probabilidad de incidencias". Y agregaron que la ejecución se ha programado en un periodo de menor demanda para minimizar las afecciones a los usuarios.

Otro momento

Los sindicatos ferroviarios, sin embargo, muestran sus críticas hacia esta intervención que califican de "parcheo".


Francisco Gómez, de CC. OO., cuestiona la conveniencia del mes de agosto para efectuar las obras. "Deberían haber planificado otro momento, porque en verano hay más viajeros, que, con los inconvenientes de los trasbordos, lo único que se va a lograr es disuadirlos de que cojan el tren", señaló.


Para el sindicalista, las obras repercutirán positivamente en la seguridad, pero no así en la reducción de los tiempos de viaje. "Los viajeros no lo van a notar, porque solamente se va a intervenir en uno de los dos puntos negros de ese tramo. Se mejora una única limitación de velocidad", aclaró.


Resaltó algunos de los problemas que afectan a la línea Zaragoza-Teruel-Valencia, como la falta de mantenimiento y la existencia de un trazado escasamente competitivo, que deberían, a su juicio, ser objeto de intervención. No obstante, puntualizó que cualquier obra, "por pequeña que sea, siempre es bienvenida".


Pablo Justo, de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril, lamentó que la actuación incida únicamente en una mínima parte de las mejoras que necesita una vía trufada de limitaciones. Solo en el tramo de Teruel a Barracas (Castellón) se contabilizan 10 señales de limitación de velocidad de 20 y 30 kilómetros por hora; y de Barracas a Sagunto, 3 más.


"Creo que más que la fecha, lo verdaderamente irritante es que no se acometan más obras", dijo Pablo Justo. "Sería preferible que en lugar de una semana, la línea se cortará tres meses con objeto de emprender una reforma integral", razonó.

El ferroviario sostuvo que una vez se ejecuten los trabajos, se mantendrá el límite de velocidad durante una semana más con objeto de que se consolide la reforma. Posteriormente, los trenes ya podrán alcanzar entre 60 y 70 kilómetros por hora, que es la velocidad media con la que circulan los convoyes en esta línea.

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