Alcalá estrena un atractivo recorrido de compras a los pies del Moncayo

La localidad celebró entre numerosos visitantes su primera feria de stock, que combinó con una muestra textil.

Los puestos de moda y complementos fueron de los que más visitas recibieron.
Los puestos de moda y complementos fueron de los que más visitas recibieron.
nora bermejo

La feria Stock-Muestra Textil que ayer echó el cierre en Alcalá fue de lo más concurrida para satisfacción del grupo de comerciantes y emprendedores del Somontano del Moncayo que la organizaron por primera vez. Los visitantes pudieron adquirir productos variados (artesanía, alimentación, bisutería, pintura, moda y complementos) y disfrutar de un paisaje excepcional.


El Ayuntamiento de Alcalá colaboró cediendo las instalaciones del pabellón municipal para instalar allí la feria y dejando la entrada libre a las piscinas. La iniciativa surgió entre varias personas con comercio que tienen fijada en Alcalá su segunda residencia. "Por la relación que tenemos con el pueblo, queríamos mostrar el producto que tenemos en nuestros establecimientos a la gente de Alcalá y de los alrededores". "Todo lo vamos moviendo por ferias, pero queríamos traerlo al pueblo, para que lo viera la gente más mayor porque creíamos que era importante y porque es producto de stock a muy buen precio, con buena calidad y mucha variedad", explica Belén Crespo, una de las responsables de la organización.


Además de alimentación y una importante muestra textil, había mucho producto elaborado a mano: punto, bisutería, ropa, artesanía, manualidades… En total, fueron 35 puestos de venta los que se desplegaron en Alcalá. Aunque el proyecto tomó forma hace relativamente poco tiempo, la respuesta por parte de los comerciantes ha sido "extraordinaria". "Al ser la primera vez, hemos partido de un presupuesto cero, pero lo importante ha sido la ilusión que hemos puesto todos los participantes", añade Crespo.

Buenas sensaciones

El balance es positivo "para todos" y, de hecho, se superaron las expectativas. La feria se abrió el sábado y se cerró el domingo, y la asistencia de público fue constante y se fue repartiendo durante ambas jornadas. "El sábado por la tarde hubo mucha gente y el domingo por la mañana llegaron, sobre todo, vecinos de Tarazona", contaba anoche la organizadora.


Fue una cita con muchos reclamos, ya que algunos de los feriantes únicamente pudieron participar el sábado y otros solo el domingo, lo que favoreció una sustitución de productos nuevos y diferentes. Además, en alguno de los puestos que vendían embutidos y otros productos de alimentación se estuvieron friendo torreznos de forma continua los dos días.


La iniciativa de la feria parece que tendrá continuidad en el futuro porque los organizadores se plantean ya una segunda edición. "Con los mismos puestos o diferentes, pero lo importante es acercar a los pueblos productos distintos y lograr que la gente descubra la localidad".


Alcalá de Moncayo se quedó huérfana de este tipo de citas hace un par de años cuando dejó de celebrarse la feria de plantas aromáticas tras una decena de ediciones. "Entonces venía mucha gente a verla, ojalá ahora esta muestra textil les atraiga otra vez a Alcalá", desea Belén Crespo.

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