El aeropuerto se satura y se prepara para duplicar sus instalaciones

El aeropuerto de Teruel se ha quedado pequeño. La empresa Tarmac, la principal concesionaria de las instalaciones del complejo aeroportuario, ha reclamado con urgencia la ampliación de las instalaciones, ya que los alrededor de cincuenta aviones que ocupan de media su campa de 80.000 metros cuadrados provocan la saturación del único espacio que se ha habilitado para el aparcamiento de larga estancia de los aparatos. En septiembre está prevista una reunión del consorcio que gestiona las infraestructuras turolenses –integrado por representantes de DGA y del Ayuntamiento de la capital– para dar luz verde a este proyecto, que ya cuenta con financiación a cargo de una partida procedente del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE). Esa fue la idea trasmitida recientemente por el alcalde de Teruel, Manuel Blasco, al consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, en la primera visita que este hizo a la capital tras su nombramiento.

El proyecto contempla duplicar la campa existente para disponer de alrededor de 140.000 metros cuadrados de superficie acondicionada para ser ocupada por aviones de medio fuselaje, de tipo 737 –los que habitualmente estacionan en el aeropuerto turolense–. También llegan aviones de gran capacidad, algunos de ellos Jumbos, con capacidad para 500 pasajeros.

El director del aeropuerto de Teruel, Alejandro Ibrahim, señaló que la segunda fase de pavimentación de la campa "es un compromiso adquirido inicialmente con la empresa Tarmac". Hasta ahora, se han invertido 2,8 millones de euros, y a la nueva actuación se destinarán 1,3 millones, un importe que, según destacó el directivo, la empresa filial de Airbus está devolviendo con un interés del 3% y lo hará a lo largo de los próximos 25 años.

Alejandro Ibrahim confía en que la actuación, cuyo plazo de ejecución no superará los seis meses, pueda ser adjudicada a partir del mes de septiembre. Esto permitiría agilizar un proyecto que considera "prioritario" para dar respuesta a las necesidades de la principal empresa concesionaria de la infraestructura aeroportuaria. Según dijo, el aeropuerto de Teruel registra en estos momentos un continuo movimiento, con aviones que aterrizan y que despegan tras un periodo de estancia relativamente corto. "Las aeronaves vienen por necesidades de mantenimiento, por el traspaso de compañía o porque en invierno disminuye la demanda y sus operadoras los aparcan temporalmente", explicaba Ibrahim. A Teruel también llegan aviones nuevos, sin estrenar, que están a la espera de ser entregados a sus propietarios. A las labores de desmantelamiento y reciclaje, la otra actividad que la empresa Tarmac desarrolla en el aeropuerto turolense, se destinan en estos momentos tres aparatos.

Además de la campa, las previsiones son ampliar el hangar y el edificio central, si bien estos proyectos se llevará a cabo a largo plazo. El director del aeropuerto dijo que con un centenar de trabajadores, 50 de ellos de Tarmac, y oficinas permanentes en el edificio central de tres compañías, el complejo está a punto de tener problemas de espacio. "Al ritmo que vamos –apuntó Ibrahim– Tarmac contará en poco tiempo con el centenar de empleos prometidos".