Paulita, herido en el cuello en la primera de feria de Azpeitia

La cogida le afectó a la carótida, pero el pitón no llegó a penetrar. Tras ser intervenido quirúrgicamente, pasó a planta.

Paulita, con un toro de Escobar en la pasada feria de Pamplona.
Paulita, con un toro de Escobar en la pasada feria de Pamplona.
jesús diges/EFE

La plaza de toros de Azpeitia (Guipúzcoa) se tiñó de sangre en la primera corrida de la feria en honor a San Ignacio. El diestro aragonés Luis Antonio Gaspar ‘Paulita’ y el gaditano Pérez Mota resultaron heridos de distinta consideración cuando entraron a matar al primero y al cuarto de la tarde. Ambos pertenecientes al hierro de los Herederos de Celestino Cuadri. Paulita sufrió un derrote seco cuando dejó enterrada la espada, en su segundo intento, de la que salió sin puntilla el toro llamado Socorrido. Paulita pasó a la enfermería por su propio pie, desde donde, tras serle limpiada la herida, se le trasladó al Hospital Universitario Donostia de San Sebastián, en el que se encuentra hospitalizado.


A última hora de ayer, fue intervenido quirúrgicamente para limpiar el pitonazo que afectó a la carótida, afortunadamente, sin llegar a penetrar el pitón en la carne. Ante los mareos sufridos por el torero se optó por dejarlo en observación durante al menos 24 horas. Paulita, acompañado por su apoderado y amigo personal Javier Ferrando, permaneció consciente hasta su entrada al quirófano.


Antes, había recibido con unas buenas verónicas un toro enrazado, pero falto de fuerzas. El toro se desplazó mejor por el pitón izquierdo, por donde el aragonés se gustó en muletazos templados y ligados. El toro se orientó a la hora de matar y, tras un pinchazo y una estocada, lanzó un tremendo derrote a la cara del torero produciéndole una aparatosa sangría que asustó al público, que se temió lo peor.

La cara y la cruz

La cara se la llevó el albaceteño Sergio Serrano, que tuvo que matar un toro más tras la cogida sufrida por Pérez Mota en el cuarto de la tarde. Sergio Serrano, según recogen diferentes medios, hizo un esfuerzo importante al quedarse solo ante unos ‘cuadris’ que estaban sacando mucha casta y mucho que torear. Serrano se sobrepuso y logró cortar dos orejas al sexto de la corrida tras una faena de mucha entrega donde brilló la unidad en los muletazos, el gusto y la mano baja. Antes, en su primero, un toro violento, con genio y muy exigente, estuvo siempre queriendo someterlo y soportando tarascadas. Con el que mató por su compañero Pérez Mota, otro animal encastado, no le perdió la cara ni se vio falto de recursos, pese a llevar más de un año sin vestirse de luces.


Pérez Mota toreó a gusto, despacio y muy vertical al segundo, el mejor de los seis. La muleta fue siempre por delante sin que sufriera ningún enganchón. Las tandas, ligadas, uniformes sin enganchones. Faena pulcra, medida y rubricada con una estocada que quedó trasera. Una oreja con petición de la segunda. Con el cuarto, que mató por la baja de Paulita, estuvo muy habilidoso sacando a relucir todo su repertorio, con muchos recursos. El toro, correoso, buscó al torero en un palmo de terreno. Al final la cornada, calificada de menos grave, es de tres trayectorias de ocho, cinco y cuatro centímetros en el muslo derecho. También fue ingresado en el Hospital Universitario Donostia.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión